Aun sabiendo, como grandes amantes de la Dieta Mediterránea, que no deberíamos hacerlo, lo hemos hecho y hasta lo hemos disfrutado de modo furtivo y pecaminoso en algún momento.Sin embargo, lo que sí es cierto es que si somos fervientes seguidores de esta dieta lo somos aún más de un ingrediente sin el cual carecería de sentido: el aceite de oliva virgen extra.Pues bien, hace unos días José Juan Gaforio, profesor de la Universidad de Jaén (UJA) y presidente de Citoliva, inició una admirable cruzada: exigir que los restaurantes de comida rápida utilicen aceite de oliva virgen en sus cocinas.Así, a través de la petición Aceite de oliva virgen y responsabilidad social corporativa de McDonald's, denunciaba lo que a los amantes del AOVE nos parece una aberración: que establecimientos de este tipo usen otro tipo de grasas que no sólo no aportan ningún beneficio para la salud, sino que en algunos casos son de dudosa salubridad.Todo empezó el día en que McDonald's decidió publicar los ingredientes de los alimentos con los que elabora la comida que comercializa en sus establecimientos. El profesor de la UJA se mostró curioso por conocer esta lista y saber qué tipo de aceite utilizaban para freír, lo que le llevó a consultar el documento publicado por la multinacional norteamericana. Lo que encontró fue más o menos lo esperado -siendo escépticos- si hablamos de las grandes cadenas de este tipo. El aceite donde se fríen las patatas de McDonald's, según la información de la propia empresa, que hizo pública Gaforio, se compone de una mezcla de aceite de colza, aceite de maíz, aceite de soja, aceite de soja hidrogenado al que se le añade terbutilhidroquinona (TBHQ), ácido cítrico y dimetilpolisiloxano.Ante la lógica falta de conocimiento del consumidor medio sobre este tipo de componentes, Gaforio se ofrecía a aclarar algunas dudas. Por ejemplo, destacaba que la terbutilhidroquinona es un antioxidante que se añade para retrasar el deterioro oxidativo del aceite y el dimetilpolisiloxano es un antiespumante.Casi nada... Es más, planteaba el riesgo que se podía derivar de este tipo de mezclas, teniendo en cuenta, por ejemplo, que aunque el uso de la terbutilhidroquinona como aditivo alimentario está aprobado en unas cantidades determinadas, algunas investigaciones publicadas en revistas internacionales líderes sugieren que, en cantidades más elevadas, induce la muerte celular programada (apoptosis) y podría tener efectos carcinogénicos.Poco más se puede añadir. Mejor dejar espacio para la reflexión y, sobre todo, para apoyar esta valiente iniciativa bajo el lema Demandemos aMcDonald's que utilice aceites de oliva andaluces, ¡por su salud y por la nuestra!Nosotros así lo haremos. ¡Nos vemos en Montoro!