La tortilla de patata más cara del mundo cuesta 837 euros. No, no está elaborada con cristales de Swarovski, ni esconde una perla en su interior. De hecho, guarda algo muchísimo más valioso -además de sus ingredientes-, que es un fin solidario. Así, el chef Mario Sandoval, junto con la empresa Groupon, ha querido llevar a cabo esta iniciativa en la que el importe total de dicha tortilla será donado a la ONG Fundación Raíces, especializada en ayudar a niños y jóvenes en situación de desigualdad o riesgo de exclusión social.