En la guía, la organización explica cómo afectan estos “enemigos naturales” al desarrollo del olivo y analiza cada una de las plagas y enfermedades.
Asimismo, detalla cómo debe ser la aplicación de tratamientos fitosanitarios, las precauciones que el agricultor debe tomar y las obligaciones que tiene que cumplir en esta materia.
Además de las plagas y enfermedades que afectan al cultivo, según esta organización, el crecimiento y la salud del olivo depende también de otros factores tales como las condiciones climáticas, las variedades, el tipo de riego o el medio ambiente, entre otros muchos.
Según Afidol, en la última campaña, el sector oleícola sufrió condiciones climáticas "muy desfavorables", que favorecieron la propagación del principal destructor de este cultivo: la mosca del olivo.
El resultado de la campaña 2014/15 no tiene precedente: alrededor de 2.000 toneladas de aceitunas se recogieron en el conjunto del territorio francés, frente a un promedio de 4.400 toneladas registradas durante los últimos años. La organización consideró que es preciso remontarse a la cosecha que siguió al riguroso invierno de 1956 para encontrar cifras semejantes.