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California examina el correcto etiquetado de sus aceites

California examina el correcto etiquetado de sus aceites

miércoles 05 de diciembre de 2018, 11:41h

El programa de muestreo de la Comisión de Aceite de Oliva de California (OOCC, por sus siglas en inglés) continúa trabajando para garantizar el correcto etiquetado de sus aceites de oliva. Durante la campaña 2017/18, esta entidad se centró en hacer cumplir de manera más estricta los requisitos obligatorios de su programa de muestreo, por lo que el número de muestras recogidas en 2018 se incrementó significativamente.

En concreto, según esta entidad, el programa de muestreo de 2018 ha sido el más grande realizado desde la fundación de la OOCC en 2014, al pasar de 104 a 187 muestras en el año actual.

Durante el programa de muestreo, los inspectores del Departamento de Alimentación y Agricultura de California (CDFA, por sus siglas en inglés) recogieron un número designado de muestras de aceite de oliva de cada comercializador, que se enviaron a un laboratorio acreditado para el análisis químico.

Bajo este programa de la OOCC, los comercializadores también prueban sus propias muestras de aceite de oliva, proporcionando todos los resultados a esta entidad. Posteriormente, todas las pruebas son analizadas por el UC Davis Olive Center.

En concreto, en 2018 el 92% de las muestras se etiquetaron de manera precisa al comparar las pruebas independientes de la OOCC con el etiquetado del productor, frente al 85% registrado en 2014, primer año de este programa.

Esta entidad ha destacado que su programa sigue siendo valioso para garantizar a los consumidores que se puede confiar en la calidad del aceite de oliva de California.

Asimismo, el análisis de 2018 también constató que el 93% de todo el aceite producido en el Estado de California es aceite de oliva virgen extra, lo que supone un descenso respecto al año anterior cuando el 99% de la cosecha se determinó como virgen extra.

Cosecha 2018

Este año, según los datos de la Comisión, la producción fue menor respecto al ejercicio anterior hasta situarse en 2 millones de galones (7,57 millones de litros).

Este descenso se ha debido al fenómeno de la vecería, unido a los daños causados por ciclos de calor, que se alternaron con bajas temperaturas en la primera parte del año.