El informe de este organismo señala que la cosecha de aceitunas se ha desarrollado de manera diferente en las dos principales regiones productoras. Así, en Trás-os-Montes, cuyos olivares produjeron en 2018 el 15% del total de aceituna para aceite de oliva, la aparición de fuertes vientos e intensos ataques de la mosca del olivo han provocado la caída de una parte considerable del fruto (con poca probabilidad de ser utilizado) que se espera que conduzca a una disminución de la producción en esta región.
Por el contrario, en Alentejo, que también en 2018 produjo aproximadamente tres cuartas partes del total de aceituna para aceite de oliva, las precipitaciones del mes de diciembre no afectaron a la cosecha mecánica de aceitunas en olivares intensivos y superintensivos, ni al estado de los frutos, cuyo volumen es superior en la mayoría de los olivares respecto a la campaña anterior.
En cuanto a la aceituna de mesa, el instituto portugués prevé que la producción se sitúe en 18.000 toneladas, lo que supone un 35% más que en la campaña precedente.