El Rey se interesó por los inconvenientes que la pandemia está generando en el aspecto laboral del campo y en las envasadoras de aceite. Al respecto, el presidente de Grupo Interóleo, Juan Gadeo, planteó al Rey la necesidad de que se pueda compatibilizar el trabajo agrícola con las ayudas aprobadas por el Gobierno, toda vez que en la próxima campaña de recolección, al ser un trabajo temporal, podría durar entre uno y dos meses como máximo.
En cuanto a los bajos precios en origen, Gadeo le trasladó a Felipe VI que desde el año 2018 el precio ha descendido cerca de un 40% y que en 2019 ha estado por debajo de los costes de producción, “una situación insostenible que motivó las movilizaciones de las organizaciones agrarias al inicio de 2020”.
Entre las posibles soluciones, el presidente de Grupo Interóleo se refirió al aumento de la concentración de la oferta; la apuesta por la promoción para aumentar el consumo de aceite de oliva y su sustitución de otras grasas vegetales menos saludables; una mayor inversión en I+D+i para buscar mayor calidad; o la autorización para realizar almacenamiento privado obligatorio para todo el sector en campañas con una elevada producción, que se podría poner en marcha como autorregulación a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.
Por parte de las cooperativas federadas, sus presidentes, Antonio Luque (Dcoop) y Alfredo García Raya (Oleoestepa) explicaron al Rey cómo está afectando el coronavirus a un sector productivo que acumulaba dos campañas en caída libre de precios y problemas para comercializar todo el volumen disponible. En este sentido, le transmitieron que las primeras semanas del confinamiento tuvieron que reforzar y doblar turnos para hacer frente a la alta demanda de envasado por parte de consumidores españoles y que, paralelamente, el comercio de volúmenes, especialmente en el exterior, se encuentra muy paralizado.
Los presidentes hicieron especial énfasis en la debacle que está suponiendo para el sector los aranceles del 25% a la exportación, impuestos por Estados Unidos al aceite de oliva de origen español, recordando los esfuerzos e inversiones que durante años han realizado las empresas y la Interprofesional española en el país norteamericano para desbancar a Italia como principal vendedor, según informó Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.
Las cooperativas solicitaron a Felipe VI interceder por el sector ante Estados Unidos, al igual que desde la federación se viene requiriendo al Ministerio de Agricultura y de Comercio, de forma insistente, que “negocien el fin de unos impuestos que rompen el mercado único europeo y beneficia, en cambio, a países competidores como Italia y Portugal”.
Para Dcoop y Oleoestepa estos datos no solo reflejan que se está poniendo en peligro al sector, sino que también está en riesgo la Marca España, de la que el aceite de oliva es su gran embajador a nivel alimentario y gastronómico, por ser nuestro país el mayor productor del mundo con en torno a un 50% de la producción mundial.
En otro orden de cosas, las cooperativas y el Rey hablaron la situación del coronavirus en Andalucía, donde las cooperativas están colaborando en todo lo que pueden. Así, han intensificado las medidas de protección e higiene en los centros de trabajo; hecho entrega de todo el material de protección individual de que disponían (EPIs) a fuerzas de seguridad y centros hospitalarios; intensificado la donación de productos a Bancos de Alimentos y Cáritas, entre otros destinos; y colaborado en las tareas de desinfección de calles y plazas en los pueblos, entre otras actuaciones.
En línea con lo anterior, mostraron su preocupación por la dificultad de acceso a material de protección, que también se necesita en el campo y las cooperativas, cuyo abastecimiento debe ser asegurado por todos los medios a ciudadanos y trabajadores.
