www.mercacei.com
Maria Katsouli (ATHIOOC): 'Pocos concursos revelan toda la información necesaria para que los productores tomen una decisión consciente e informada'

Maria Katsouli (ATHIOOC): "Pocos concursos revelan toda la información necesaria para que los productores tomen una decisión consciente e informada"

viernes 12 de marzo de 2021, 12:20h

La sexta edición de Athena International Olive Oil Competition (ATHIOOC 2021) tendrá lugar en la isla griega de Lesbos del 10 al 12 de mayo y, según ha avanzado la empresa organizadora Vinetum, se espera que más de 500 muestras de AOVE de todo el mundo sean evaluadas presencialmente por su jurado internacional. Hablamos con la organizadora de este concurso, Maria Katsouli, acerca de esta campaña, el mercado griego y la pléyade de concursos internacionales con el virgen extra como protagonista.

¿Cómo ve el mercado griego del aceite de oliva en la actualidad en cuanto a producción y consumo?

Aunque Grecia es un país pequeño, es un importante productor y consumidor. El aceite de oliva es el producto agrícola nacional por excelencia y está presente en todos los hogares, lo que explicaría por qué nuestro país también ocupa el primer lugar en consumo per cápita. Grecia produce una media de entre 280.000 y 350.000 toneladas de aceite de oliva, de las cuales el 80% es virgen extra. Lamentablemente solo se envasan unas 50.000 toneladas, el resto se vende a granel a nivel nacional y en el extranjero. Las exportaciones totales ascienden a aproximadamente a la mitad de la producción anual.

"La revolución acontecida en los últimos 30 años en España en el AOVE es absolutamente impresionante y ha servido de ejemplo para nosotros"

¿Cómo definiría la posición de Grecia como país productor en comparación con Italia y España? ¿Dónde se encuentra actualmente?

Grecia ocupa el tercer puesto a nivel mundial tanto en superficie cultivada como en producción, dependiendo de cada campaña. Por supuesto que España se sitúa muy por delante de cualquier otro país tanto en superficie de olivar como en producción, pero también existe un dato poco conocido que me parece interesante destacar y es que Grecia tiene el porcentaje más alto de tierra agrícola cultivable dedicada al olivo del mundo. Italia siempre ha inspirado a nuestro sector, pero considero que la revolución acontecida en los últimos 30 años en España en todo lo relacionado con el AOVE es absolutamente impresionante y ha servido de ejemplo para todos nosotros. La contribución de España a la mejora de la producción de aceite de oliva, el cultivo del olivo, la educación y la cultura oleícola no tiene precio y debe servir de ejemplo para todos los países productores de aceite de oliva del mundo.

¿Cómo diría que ha evolucionado el consumo de aceite de oliva en Grecia en los últimos años? ¿Cómo definiría al nuevo consumidor de este producto?

Es imposible subestimar la importancia del aceite de oliva para el consumidor medio griego. Sinceramente, no creo que haya ningún otro país en el mundo cuyos habitantes estén tan enamorados de este producto. Más allá de las estadísticas -Grecia ha ocupado siempre el primer puesto en consumo per cápita-, destacaría la relación personal del consumidor estándar con el aceite de oliva, algo impresionante y, en cierto modo, atemporal. Por poner un ejemplo, existe todo un segmento de la gastronomía griega llamado "ladera" que significa "cocinado con aceite de oliva". En este contexto, donde el aceite de oliva se encuentra en todas partes y donde la mayoría de la gente lo considera como un "regalo enviado por Dios", como el agua, supone un desafío cambiar la narrativa hacia los AOVEs Premium, porque el aceite de oliva es un producto cotidiano y, desde luego, no se considera “gourmet ”. Supongo que esto también ocurre en el sur de España y en el sur de Italia.

Sin embargo, en la actualidad nos encontramos ante el inicio de un movimiento gastronómico en torno al AOVE Premium enfocado hacia un consumidor sofisticado. Es gracias a los restaurantes de alta gama, a los chefs y a los periodistas, que están logrando que se genere una corriente de conocimiento y posicionamiento similar a lo que sucedió con el vino hace más de 30 años. Otra tendencia interesante es el movimiento de “vuelta al campo”, fruto de la crisis económica que durante 10 años ha atravesado el país, donde están apareciendo nuevos olivares en regiones que antes no estaban estrechamente vinculadas al cultivo del olivo, además de la plantación de varietales poco conocidos, algo que nos lleva a una búsqueda de la diversificación no sólo en el cultivo, sino a nivel gustativo.

"No creo que haya ningún otro país en el mundo cuyos habitantes estén tan enamorados de este producto"

Grecia ha vivido un período de esplendor en el packaging de AOVE. ¿Es así? ¿Puede tratarse de un sector que se está rejuveneciendo y está incorporando a nuevos emprendedores?

Creo que la revolución que está viviendo packaging de AOVE es un fenómeno global. Como organizadores de un concurso internacional en torno a este producto, recibimos cada año envases realmente sorprendentes, muchos de ellos de origen griego, así que somos testigos en primera línea. No hay duda de que un packaging hermoso agrega valor añadido a un AOVE, pero también puede convertirse en un inconveniente, no solo porque supone un gasto que luego se aplica al precio final que paga el consumidor, sino también porque puede disuadir a algunas personas de comprar el producto porque les parece demasiado "valioso".

Muchos de los envases más extravagantes están realizados por productores y emprendedores recién llegados al sector del aceite de oliva. En Athena IOOC admiramos a muchos estos envases Premium, pero no consideramos que exista una correlación directa con la calidad real de los AOVEs que contienen, por ello somos reacios a otorgar medallas al packaging para evitar posibles confusiones.

Además de catadora de vinos y AOVE, eres la directora de ATHIOOC. ¿Qué destacarías de este concurso? ¿Qué premios se conceden? ¿Qué países se presentan?

Durante los últimos cinco años, hemos introducido muchas innovaciones en Athena IOOC. En primer lugar, nuestro concurso cambia de ubicación cada año, ofreciendo a nuestro jurado la oportunidad de descubrir una nueva región productora de aceite de oliva dentro de Grecia. Nuestro objetivo es ser lo más transparentes posible (nos sorprende que algunos concursos ni siquiera publiquen la cantidad de muestras que reciben, por no hablar de las bases y reglamentos) y hacemos un gran énfasis en brindar las condiciones de cata perfectas a nuestro jurado.

"Creo que cada concurso debería contribuir al mundo del aceite de oliva con su propio enfoque y aportar sus propias innovaciones"

Además, durante los últimos tres años se ha digitalizado todo el proceso de evaluación (el jurado puntúa en tablets), lo que le da al cada miembro del jurado más "tiempo de calidad" con cada muestra y nos permite analizar mejor los resultados, así como los patrones de puntuación de cada miembro. Otorgamos anualmente medallas de bronce, plata, oro y oro doble -en nuestra página web hemos publicado una interesante tabla comparando puntuaciones con medallas en diferentes certámenes internacionales- y somos muy exigentes con la puntuación. ¡Hay competiciones que otorgan una medalla de oro por la misma puntuación por la que nosotros concedemos una medalla de bronce! Este año esperamos evaluar más de 500 muestras de más de 20 países, por ello hemos ampliado la fecha límite de inscripción al 16 de abril.

¿Cómo valora el panorama actual de los concursos por la calidad del AOVE? ¿Cree que está dimensionado?

Es una pregunta muy interesante y que merece un largo debate. Para empezar, me parece positiva la existencia de tantos concursos, porque aumenta la conciencia sobre los AOVEs, muchas veces en países sin ninguna tradición en el consumo de este producto. Aunque he de puntualizar que creo en la diversidad, es decir, no considero que los concursos deban ser réplicas entre sí, que todos deban seguir exactamente los mismos procedimientos de cata, con los mismos jueces, la misma ficha de cata, etc... ¿Cuál sería la gracia de repetir la “misma” competición en todo el mundo?

Creo que cada concurso debería contribuir al mundo del aceite de oliva con su propio enfoque y aportar sus propias innovaciones. Pero para que esto funcione, los organizadores de los certámenes deben ser más transparentes y comunicar de forma clara su filosofía, sistemas de evaluación, estadísticas, etc. En este momento, pocos concursos revelan toda la información necesaria para que los productores tomen una decisión consciente e informada, y espero que esto cambie pronto.