El aceite de oliva virgen extra es uno de los productos más sostenibles del planeta, además de ser un alimento con altas propiedades gastronómicas y saludables, asociado a la Dieta Mediterránea y a nuestro estilo de vida. Partiendo de esta base, en España tenemos un alto potencial para construir valor en torno al aceite, para vender en el mercado nacional y exportar a mercados internacionales, posicionándonos y creando una buena imagen de marca de país, siempre que este proceso se realice con una acertada estrategia y se desarrolle de forma creativa y sostenible.
En nuestra sociedad globalizada, ahora más que nunca se hace necesario crear y divulgar una cultura del AOVE, que forma parte del ADN de nuestro país como seña de identidad alimentaria, a través de la Imagen de Marca, del Packaging y de la Comunicación Estratégica de las empresas, para llegar a los mercados y a los consumidores de forma eficaz, objetiva y segmentada. Detrás del olivar y del aceite existe un ecosistema que abarca desde la economía local, el asentamiento de las personas en el territorio, la biodiversidad de los paisajes y la experiencia sensorial y emocional que nos crean los AOVEs al consumirlos. El valor diferencial y competitivo que podemos tener si construimos marca a través de una buena estrategia de Branding y Packaging, puede ser nuestro mejor aliado jugando un papel clave como embajador en los mercados internacionales.
España se sitúa en el podio como primer país productor de aceite de oliva del mundo, y para seguir liderando esta categoría, necesitamos cambiar el paradigma de volumen-precio a valor-calidad, mediante la diferenciación y la innovación en las promesas de valor de las marcas, que se materializan en el packaging de los aceites, considerando que el AOVE como concepto, representa un nivel superior al hecho de poner un líquido en una botella etiquetada. Se debería diseñar una comunicación clara y objetiva desde las empresas comercializadoras de aceite, que conecte con agricultores, investigadores, consultores, administración, distribuidores, medios, líderes de opinión y consumidores, para crear una auténtica cultura del AOVE que todos podamos interiorizar y divulgar.
Este proceso de cultura de valorización del AOVE en los mercados, sólo será posible si se basa en una serie de principios como HONESTIDAD, CALIDAD, DIFERENCIACIÓN, MARCA, PACKAGING y EXPERIENCIA DE CONSUMO, asumiendo que los productos son perecederos, pero las experiencias son memorables porque forman parte de nuestras emociones, y éste será el futuro de las marcas: crear y construir experiencias emocionales del AOVE en el sentido más amplio, desde el gastronómico, el oleoturístico, el cosmético o el de la salud, entre otros, a través de la Marca y el Packaging.
Cabe destacar que el Branding y el Packaging son instrumentos estratégicos fundamentales para construir imagen de marca de empresa y de producto, aportando a las empresas oleícolas factores diferenciales y competitivos, desde un enfoque experiencial y sostenible que fomente el valor y la cultura del AOVE.
