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Un nuevo nombre para una revolución

Un nuevo nombre para una revolución

Duccio Morozzo della Rocca
Director de Olive Bureau S.r.l.

Elaborar el mejor AOVE del mundo es la principal preocupación que mis clientes productores ponen sobre la mesa en nuestro primer encuentro. Pero, ¿cuál es el mejor aceite del mundo? La realidad es que no se puede decir que haya uno, ya que el aceite perfecto es el que cumple con los objetivos personales de cada productor en su nicho de venta, por pequeño o grande que sea. En mi trabajo lo más importante es ayudar a cada empresa a levantar el vuelo y descubrir el potencial de su verdadero valor en función de sus posibilidades de mercado.

Tras muchos años de asesoría en la producción de aceite de oliva, este concepto aún sigue divirtiéndome e interesándome. La calidad es una idea que cambia con el tiempo y en el mundo del aceite de oliva nos encontramos en la etapa más madura de una revolución que comenzó hace unos 20 años. En la historia del AOVE jamás se alcanzaron los niveles cualitativos que caracterizan los productos de hoy. Mi pregunta es: ¿es posible comunicar este producto nuevo de manera clara al consumidor? Hablamos comúnmente de “alta calidad” del aceite de oliva virgen extra, de matices, de antioxidantes y de emociones. Hablamos de tecnología dedicada a extraer perfiles únicos y no solo aceite vegetal, y debatimos constantemente en concursos, encuentros y revistas del sector. Además, invertimos en tecnología, lo que nos llevará a la nueva calidad del aceite del mañana.

Sin embargo, ¿el consumidor -fundamental para la vida de una empresa y del sector oleícola de alta calidad- entiende todo este trabajo virtuoso? ¿Sabemos cómo comunicar un producto que por calidad ya no cabe más en las definiciones del virgen extra?

Todas las revoluciones construyen un nuevo mundo que necesita ser nombrado para ser reconocido. Y a pesar de que durante los últimos años productores, técnicos y expertos han creado con pasión y esfuerzo un nuevo producto que nunca se había elaborado antes, aún no se ha otorgado a esta nueva maravilla un nombre para existir y ser comunicado.

En Italia, el aceite de oliva virgen extra nació como estándar de calidad en 1960. Se trataba de un producto nuevo con un nombre nuevo que implicaba un mensaje muy claro para comunicar una diferencia en la calidad con el aceite de oliva del pasado. Sesenta años después de esta gran revolución, el AOVE Premium se encuentra en la misma encrucijada: el virgen extra de alta calidad es un producto completamente diferente y nuevo respecto al pasado y espera ser renombrado para existir, ser comunicado y por fin entendido como un producto diferente por parte del consumidor.