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Los humanos ya utilizaban las aceitunas como combustible en la Edad de Piedra

Los humanos ya utilizaban las aceitunas como combustible en la Edad de Piedra

lunes 28 de marzo de 2022, 13:16h

La utilización de los huesos de las aceitunas y la madera de los olivos como combustible se remonta a la Edad de Piedra, hace unos 100.000 años, según han descubierto investigadores del Instituto de Botánica de la Universidad de Innsbruck (Austria) al examinar fragmentos de carbón y núcleos de dos cuevas en el norte de Marruecos. El estudio ha sido publicado en la reconocida revista Nature Plants.

Este centro austriaco ha explicado que en el área mediterránea, el olivo ha sido utilizado por el hombre desde el Neolítico como alimento, combustible, fuente de luz, medicina y cosmética. Debido a su valioso aceite, fue uno de los primeros árboles que se cultivó hace 6.000 años e incluso en la mitología y en las religiones se menciona por su gran importancia. Sin embargo, según ha señalado, si se retrocede en el tiempo, es raro encontrar hallazgos, lo que también podría deberse al hecho de que el olivo no estaba muy extendido en el pasado. Durante la última Edad del Hielo, el olivo silvestre creció principalmente en la costa atlántica de Marruecos y en el sur de la Península Ibérica.

En concreto, los investigadores analizaron carbón y fragmentos carbonizados de núcleos encontrados en el sedimento de dos cuevas en el norte de Marruecos. El 81% de los núcleos encontrados fueron de acebuches.

Los estudios no pudieron demostrar claramente si las aceitunas también se comían y no solo se utilizaban como combustible. Sin embargo, según la universidad austriaca, esto es muy obvio. "Es posible que se arrojaran al fuego ramas enteras de olivo y que los frutos que colgaban de ellas simplemente se quemaran. No obstante, habríamos tenido que encontrar núcleos completos en lugar de muchos fragmentos. Entonces, la evidencia es que primero comieron la fruta y posteriormente rompieron los huesos para quemarlos de manera más eficiente”, ha subrayado Laurent Marquer, coordinador de la investigación.

La Universidad de Innsbruck ha precisado que los huesos de aceituna contienen mucho aceite y lignina, una molécula responsable de la formación de la madera. El residuo de los huesos de aceitunas rotas crea un fuego de combustión lenta que es ideal para cocinar. Además, los fragmentos secos del núcleo también producen llamas sin humo, lo que “habría sido una gran ventaja, especialmente para los habitantes de las cavernas”.

Las cuevas de El Mnasra y El Harhoura han proporcionado valiosos hallazgos arqueológicos de la Edad de Piedra desde su descubrimiento en 1956 y 1977, respectivamente, por lo que juegan un papel importante en la investigación sobre la evolución y la expansión de los humanos en África.

Foto: Cueva El Harhoura. Christophe Falgueres