Antoni Galceran, portavoz de aceite de oliva de la FCAC, ha asegurado que “esta decisión ha provocado mucho malestar en el sector, que se muestra crítico con la forma en que se realizaron los controles para verificar los daños en las fincas afectadas”.
Los 511 expedientes que se admitieron representaban un total de 7.853 hectáreas afectadas, y por el momento sólo se ha aprobado la concesión de ayuda para 1.206 hectáreas. Las cooperativas agrarias catalanas han explicado que este recorte de hectáreas se debe a que la revisión de los daños de las parcelas “se realizó muy tarde, meses después de la afectación del temporal, y de forma arbitraria en función de la persona que realizaba la valoración y una vez realizadas las tareas de recuperación de los árboles afectados”.
Por otra parte, la FCAC se ha mostrado crítica con la propuesta de intervención sectorial del Ministerio de Agricultura prevista en la nueva PAC que pretende revertir la elevada atomización y escasa dimensión de la mayoría de explotaciones de olivar tradicional . “Ante las deficiencias de rentabilidad, competitividad y sostenibilidad medioambiental de estas explotaciones, su continuidad está en peligro y la dotación presupuestaria prevista es insuficiente para conseguir la reagrupación”, ha considerado.
La organización tampoco está de acuerdo con medidas excesivamente restrictivas en la definición de “olivar tradicional”, como la densidad de árboles por hectárea (140 árboles/ha. máximo) o la obligatoriedad de que el cultivo sea estrictamente de secano. En el caso de Cataluña, esta última condición, a su juicio, limitaría mucho la superficie que podría acogerse y por ello, ha defendido que debería permitirse también el acceso de las explotaciones con una dotación de riego mínimo de apoyo.