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De la Dieta Mediterránea a los semáforos nutricionales

De la Dieta Mediterránea a los semáforos nutricionales

lunes 21 de noviembre de 2022, 12:29h

Para tratar de dar a conocer la importancia que tiene la educación nutricional y la relevancia del etiquetado en la parte frontal de los envases, la Embajada de Italia en Madrid organizó el pasado 17 de noviembre la conferencia "Dieta Mediterránea y educación nutricional, ¿qué papel tienen las etiquetas en la parte frontal del envase?" en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, un evento que se celebró en el marco de la VII edición de la Semana de la Cocina Italiana en España.

En la inauguración del acto, Antonio Villarino, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación y catedrático de la Universidad Complutense, señaló que este tipo de actividades son “muy buenas y entroncan con nuestro trabajo de difundir todas las cuestiones relacionadas con la nutrición dentro del marco universitario”.

Por su parte, Roberto Nocella, primer consejero de la Embajada de Italia en Madrid, indicó que la Semana de la Cocina Italiana constituye un momento importante para difundir la cocina y cultura gastronómica italiana, así como la Dieta Mediterránea -que Italia comparte con España-, e impulsar una alimentación sana. “Tanto los productos de la Dieta Mediterránea como la salud de los consumidores están afectados por la difusión del Nutri-Score, un sistema de etiquetado en contra del cual se posiciona Italia. Por esta razón hemos trabajado para que se pudiese organizar un evento en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense en el que participase un experto de renombre internacional como el profesor Luca Piretta, del Campus Biomédico de Roma, donde se pudiera abordar el tema del etiquetado de los alimentos desde una perspectiva científica”, añadió.

A continuación, el profesor Luca Piretta realizó una extensa presentación en la que mencionó la epidemia de obesidad que se ha sufrido en los últimos 40 años; la importancia de la microbiota intestinal, cuya salud depende de la variedad de los alimentos que comemos; y explicó también el concepto de composición corporal (“puedes estar obeso también cuando adelgazas”) y la crononutrición (“no somos lo mismo a las 7:00 de la mañana o a las 12:00 de la noche”), hasta llegar a las etiquetas en la parte frontal de los envases.

Sobre este tema, consideró que “la elección sobre el etiquetado frontal es un asunto muy importante que se va a desarrollar en los próximos meses cuando la Unión Europea decida la tipología de etiqueta a utilizarse”. Piretta precisó que “hay etiquetados que demonizan las grasas sin considerar que nosotros tenemos que consumir una cierta cantidad. Lo que importa en la alimentación no es lo que comemos sino lo que no comemos. No es apropiado tomar en consideración un único alimento sino el conjunto de alimentos que absorbemos y los hábitos alimentarios. Fundamental es también el descanso”.

En cuanto al Nutri-Score, afirmó que “transmite mensajes inmediatos pero de forma engañosa, además de condicionar y no informar”, desatendiendo a una condición impuesta por la Unión Europea. Además, “el Nutri-Score está calibrado sobre porciones de 100 gramos, pero nadie se toma 100 gramos de aceite de oliva, por ejemplo”, afirmó.

A su juicio, existe otro peligro: “el Nutri-Score no explica porque atribuye una letra y un color asociado a esta letra. Si para mi estado de salud es aconsejable tomar poca sal, la información sobre el nivel de sal de un producto no se desprende de la letra del Nutri-Score. Es posible que un producto tenga al mismo tiempo una mala nota pero una cantidad de sal perfecta y adecuada aún para personas con presión arterial alta y que podrían comer una porción de ese alimento prohibido por el Nutri-Score ”.

Además, el profesor recordó que “muchos de los productos típicos de la Dieta Mediterránea como son el aceite de oliva y el queso van a ser muy penalizados con el sistema Nutri-Score, que no se basa en el concepto de dieta, sino en una serie de prohibiciones y de distinciones entre alimentos supuestamente buenos y malos, aunque no existan esta clase de alimentos sino dietas que puedan ser buenas o malas”.

"Evitamos que la gente deje de comer productos de la Dieta Mediterránea simplemente porque están valorados negativamente por el Nutri-score, que es el resultado de un algoritmo arbitrario y sin evidencias científicas", consideró al tiempo que aseguró que “el Nutri-Score lleva a situaciones absurdas como las patatas fritas que reciben una nota mejor que los productos de la Dieta Mediterránea porque los cálculos se hacen antes de la fritura”.

La alternativa que Italia propuso a este etiquetado es Nutrinform Battery, un sistema de etiquetado alimentario capaz de informar sobre los principales nutrientes (calorías, grasas, ácidos grasos saturados, azúcar y sal) y donde no hay colores. Según explicó, en concreto, no se desaconseja el consumo de un alimento a priori, y solamente muestra cuántos de estos nutrientes están en un alimento sobre la base de la porción aconsejada por los nutricionistas y no en los irreales 100 gramos que considera el Nutri-Score.

Piretta resaltó que “a través del Nutri-Score no educamos a nadie en una correcta alimentación para la prevención de enfermedades. Obviamente, la educación alimentaria es un asunto complejo y no puede limitarse a un etiquetado frontal, pero en un contexto de educación el etiquetado Nutrinform puede ser útil y ayudar, mientras que el Nutri-Score simplemente condiciona”.