Desde la fundación de la Asociación Española de Maestros y Operarios de Almazara (Aemoda) uno de nuestros principales objetivos es poder aportar nuestro granito de arena a la profesionalización del sector. Nuestras almazaras van avanzando a pasos agigantados en nuevas tecnologías de extracción y cada vez se necesitan profesionales mejor formados para afrontar esos cambios tecnológicos que se están implantando.
Las almazaras están más mentalizadas en la optimización de recursos tanto hídricos como energéticos. Así, la nueva maquinaria que se está instalando en el proceso de extracción utiliza de forma más racional y controlada el consumo de agua que, como todos sabemos, es un bien cada vez más escaso. No solo hablamos de su consumo sino también de los vertidos de ese agua que acababa en balsas de evaporación. La instalación de motores más eficientes en la maquinaria está dando lugar a que tengamos una reducción de consumo energético, por lo que nuestras almazaras se están adaptando poco a poco al nuevo escenario que se plantea de lucha contra el cambio climático.
En cada fase de la extracción del aceite se está haciendo hincapié en apostar por la mejora de la calidad y en la optimización de todo el proceso. En la recepción y acondicionamiento del fruto, se opta por no lavar la aceituna que viene de vuelo, ahorrando tanto en el consumo de energía -al no tener que utilizar la lavadoras- como en el de agua. Por su parte, en la fase de extracción, con la implantación de los nuevos sistemas de control automatizados, hacemos cada vez más eficientes tanto la adicción de agua al proceso como la optimización de los consumos de energéticos.
No solo en la extracción del aceite se está apostando por medidas que ayuden a mitigar el cambio climático, sino también en la utilización de los subproductos que genera la almazara, tanto en el hueso que se utiliza como biocombustible -una vez que se haya tratado y certificado-, como en el alpeorujo, un subproducto poco valorado y que poco a poco está teniendo su protagonismo al utilizarse principalmente como compost. De esta forma se puede cerrar una economía circular en torno al olivar.
Desde Aemoda seguimos apostando para que los maestros y operarios que trabajan en nuestras almazaras continúen formándose para adaptarse a estas nuevas tecnologías que se están implantando en el sector y que están mejorando la calidad y la rentabilidad, y ayudando a mitigar el cambio climático creando una economía circular y sostenible en torno al olivar.
