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Diseño y sostenibilidad en el AOVE

Diseño y sostenibilidad en el AOVE

Gonzalo Galán
Diseño de producto y espacios en Superfluido
Dpto. Ingeniería del Diseño de la Universidad de Sevilla

Afortunadamente, en torno al cultivo del olivo se están desarrollando multitud de iniciativas que integran la sostenibilidad como uno de los objetivos que aspiran a convertir el AOVE en un producto de excelencia, no solo por su indudable calidad como producto alimentario, sino porque sea el fruto de una industria que pueda presumir de su compromiso con los valores económicos, medioambientales y sociales.

Ya hace tiempo que el diseño ha irrumpido en el sector del AOVE ayudando a construir un producto de gran calidad. En torno a algunas de sus actuaciones más conocidas tenemos el packaging, la comunicación o los espacios donde este se comercializa. Tendemos a asociar el diseño con lo visual, pero el diseño no es solo cuestión de imagen, sino que además posee herramientas que sirven para crear, desarrollar y evaluar, incrementando el nivel de sostenibilidad que un producto genera. A través del uso de herramientas propias del diseño de producto -como pueden ser el análisis del ciclo de vida del producto (ACV) o las 4R, entre otras- podemos minimizar su impacto, ya que es en su creación y desarrollo cuando se pueden tener en cuenta las distintas directrices que garanticen el resultado más sostenible. A menudo, se entiende que un producto está diseñado de forma sostenible si es ecológico, pero no es así. Un producto será sostenible si tiene en cuenta criterios sociales y económicos, además de los ecológicos y medioambientales. Y esto solo se consigue si pensamos que los recursos de que disponemos son finitos, no solo a nivel mundial, sino dentro de nuestra propia área de influencia como puede ser nuestra población, comarca o provincia.

Si por ejemplo pensamos en un nuevo proyecto de packaging innovador para nuestro AOVE, o en una nueva forma para comercializarlo, tenemos que pensar que éste no es solo el zumo natural, sino que se añade una producción, un envase con todos sus componentes, una paletización, un transporte, etc. Si queremos que este nuevo producto sea sostenible, debemos valorar cuestiones que deben ir más allá del uso de un material ecológico y reciclable. Deberíamos incluir en nuestra estrategia factores como el uso mínimo de recursos energéticos y materiales -en producción y comercialización-; la posibilidad de reutilizar determinados componentes; recuperar y transformar residuos y subproductos para otros aprovechamientos; generar recursos económicos y riqueza en nuestra área de influencia; y, por supuesto, optar por los materiales más reciclables y biodegradables.

En los últimos años hemos podido ver ejemplos de nuevos materiales derivados de subproductos de la extracción de aceite de oliva -que sin duda serán utilizados en nuevos diseños-, maquinarias más eficientes o nuevos envasados con un mejor índice de sostenibilidad, que son fruto de la evolución del sector del AOVE. Aquí es donde el diseño tiene su papel, ya que es un potente motor que con el propósito de la innovación, la mejora continua o la sostenibilidad, ayuda a las empresas con la creación, el desarrollo de nuevos conceptos o la búsqueda de nuevas aplicaciones.