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'Declaración de Meknès a favor del reconocimiento del olivo como vector de desarrollo sostenible, lucha contra el cambio climático y fuente de energía nueva y renovable para las generaciones futuras'

"Declaración de Meknès a favor del reconocimiento del olivo como vector de desarrollo sostenible, lucha contra el cambio climático y fuente de energía nueva y renovable para las generaciones futuras"

Noureddine Ouazzani
Director de Agro-pôle Olivier

La idea de la “Declaración de Meknès” a favor del olivo nació en el seno de los debates mantenidos durante la celebración de la 22ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) que tuvo lugar en Marrakech (Marruecos) del 7 al 18 de noviembre de 2016. Partiendo de la historia, la leyenda del olivo, los datos técnicos del cultivo y el estado de las innovaciones tecnológicas en el sector olivarero, las siguientes consideraciones centraron esta iniciativa:

  • La necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en un contexto de cambio climático.
  • El olivo se cultiva en el Mediterráneo desde hace milenios gracias a sus virtudes, su resistencia a la sequía y su capacidad de adaptación a las condiciones edafoclimáticas más difíciles.
  • El olivo es un elemento que caracteriza fuertemente el paisaje rural mediterráneo en una dimensión de sostenibilidad de la olivicultura tradicional, cuya existencia se basa en el respeto a altos niveles de biodiversidad y autonomía desde el punto de vista de la energía natural.
  • Las estadísticas mundiales muestran que en los últimos 20 años la superficie olivarera ha evolucionado un 10% y la de regadío un 25%. El 22% de la superficie olivarera mundial es de regadío, con bajos requerimientos hídricos.
  • El consenso científico, que permite afirmar el alto secuestro de carbono del olivo, atestigua que el balance de carbono es favorable y que este cultivo realmente tiene un impacto positivo en el medio ambiente y que cumple un verdadero “servicio medioambiental” sumamente valioso frente al cambio climático.
  • Las innovaciones tecnológicas respetuosas con el medio ambiente puestas a disposición de la industria incluyen el tratamiento y la valorización de los subproductos/biomasa del olivo para la producción de energía renovable y la protección del medio ambiente.
  • El olivo es reconocido por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad y como una forma de vida que debe salvaguardarse para las generaciones futuras.

Además, en los últimos cinco años hemos asistido a un aumento de la alternancia de la producción, un fenómeno poco habitual que ha alcanzado el 35% a nivel mundial y más del 70% en determinados países productores -como es el caso de este año-. Varios factores son la causa de este fenómeno, entre ellos las alteraciones fisiológicas de la floración, las enfermedades o las sequías acentuadas, que son el resultado de fenómenos climáticos nuevos y poco conocidos. Paralelamente a esta constatación, el olivo es el árbol de los beneficios por sus virtudes sobre nuestra salud y la de las generaciones futuras, en particular por su papel social y económico y su prometedor mercado a nivel internacional donde el aceite de oliva representa sólo 3% del mercado de grasas, y solo el 5% de la población mundial consume este producto. Más que nunca, el olivo y el desarrollo sostenible son inseparables. El futuro de la especie mediterránea milenaria por excelencia y de todo su sector debe concebirse en esta perspectiva para mejorar su competitividad.

En consecuencia, el olivo, con buenas prácticas agrícolas e industriales, es un vector de desarrollo sostenible y una fuente de energía renovable para las generaciones futuras. Dicho desarrollo sostenible se basará en la protección del medio ambiente y los recursos hídricos, la reducción de los gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles, la creación de una economía circular, el empleo y, en general, el desarrollo económico y social sostenible de los territorios olivareros.

Salvaguardar el “Patrimonio del Olivo” es más que nunca un deber y un reto para toda la región mediterránea y para todos los países productores y consumidores (55 países productores y 175 países consumidores) ante los retos actuales y futuros del sector oleícola en el plano agronómico, industrial, turístico, cultural, etc. Es necesario apoyar con fuerza las funciones no productivas de la olivicultura tradicional y reconocer el papel de los agricultores en la protección -a través de su trabajo- de los bienes y valores de interés colectivo, que protegen la originalidad de los olivares como paisajes maravillosos y como fuente económica. El olivo es “un regalo útil para la humanidad” que debemos salvaguardar, desarrollar y potenciar para las generaciones futuras tanto en el Mediterráneo como más allá. Éstas fueron las motivaciones de los promotores de esta iniciativa (RECOMED, ​​la Fondation “Routes de l'Olivier”, la Associazione Nazionale Città dell'Olio, la Asociación Española de Municpios del Olivo (AEMO) y Agro-pôle Olivier Meknès), para que sea impulsada como solución climática en las distintas cumbres de la COP y en la Agenda de Soluciones Climáticas para el Mediterráneo. El olivo debe ser considerado como garante de la biodiversidad y vector imprescindible del desarrollo sostenible y de la lucha contra el cambio climático, así como fuente de energías nuevas y renovables para la lucha contra la contaminación atmosférica, con una huella de carbono muy elevada.