El instituto, aprobado el pasado mes de diciembre por parte del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), es la primera red de investigación integrada e interinstitucional de Brasil enfocada en la cadena productiva del aceite de oliva. Además de empresas de investigación y universidades brasileñas, este organismo también contará con la participación de instituciones de Uruguay, Italia y España.
Para atender las demandas de la olivicultura brasileña, la red de cooperación académica está estructurada en seis grandes proyectos: “Aceites de oliva y análisis sensorial: panel sensorial, preferencias del consumidor y etiquetado”; “Desafíos para la olivicultura en Brasil: fitopatologías, sus dinámicas, y prevención y tratamiento”; “Conociendo la composición del “olio nostro”: “Metabolómica de las aceitunas y aceites brasileños”; “Sistemas de producción”; “Subproductos”; y “Agroindustrialización y producción de aceite de oliva”.
“La creación de este instituto supone un gran avance para la olivicultura. A pesar de que la EPAMIG realiza investigaciones en este área desde hace 50 años, la falta de tecnologías y estudios aún es enorme, ya que estamos hablando de un sector que se ha consolidado muy recientemente en Brasil”, ha subrayado el investigador y coordinador del Programa Estatal de Investigación en Olivicultura de EPAMIG, Luiz Fernando de Oliveira.
EPAMIG ha precisado que participará activamente en las reuniones y decisiones del nuevo organismo y ya cuenta con cuatro investigaciones aprobadas que abordarán etapas esenciales de la olivicultura tales como la producción de plántulas en viveros, la fertilidad del suelo, la nutrición vegetal, la post-cosecha y el procesamiento agroindustrial.
Luiz Fernando de Oliveira será el responsable del proyecto “Optimización del proceso de extracción del aceite de oliva de calidad”, que se centrará en la Serra da Mantiqueira, importante región productora de aceite de oliva del país. En una primera fase, el objetivo será determinar el momento ideal para la recolección de las aceitunas, sin comprometer las cualidades químicas y sensoriales del aceite. La segunda fase de la investigación consiste en la etapa agroindustrial, en la que se definirán los mejores ajustes de la maquinaria para que se optimice el proceso de extracción del aceite de oliva.
Otra investigación será la “Aplicación del método de diagnóstico de la composición nutricional (NDC) en la olivicultura”, que será coordinada por la investigadora de EPAMIG Sur, Patriciani Estela Cipriano. Este trabajo tiene como objetivo definir la correcta fertilización para un alto grado de productividad de los olivos, en base a los análisis de suelo y a los índices nutricionales de las plantas. El trabajo se realizará en colaboración con investigadores de las Universidades Federales de Santa María (UFSM) y de Pelotas (UFPEL). “Al finalizar la investigación, vamos a desarrollar un software que permitirá a los productores tener un acceso más práctico y rápido a la información sobre la nutrición del olivo con el fin de saber si las plantas están en las condiciones adecuadas, o si sufren de falta o exceso de nutrientes”, ha precisado Patriciani.
EPAMIG también contribuirá con otros dos estudios que tiene previsto realizar a lo largo del año: “Propagación del olivo mediante miniesquejes” y “Evaluación de la influencia de la gestión fitotécnica en el rendimiento y calidad del aceite de oliva procedente de aceitunas producidas en condiciones edafoclimáticas del sur de Minas”, coordinados por los investigadores Pedro Henrique Moura y Emerson Dias Gonçalves, respectivamente.
Foto: Erasmo Pereira/EPAMIG
