En concreto, el informe de ICEX indica que el mayor mercado de consumo del país es el Estado de São Paulo, donde se encuentra la ciudad de São Paulo, principal centro de consumo de aceite de oliva de Brasil.
Brasil es un mercado donde las importaciones de aceite suponen casi el 100% del consumo, ya que la producción local es baja. No obstante, en los últimos años dichas cifras están creciendo, principalmente en zona sur del país. El volumen de aceite de oliva importado en Brasil en 2022 fue de 110.000 toneladas, por un valor de 540 millones de dólares, según datos del ComexStat brasileño. El principal origen de las importaciones es Portugal, con una cuota del 58% en valor y volumen, seguido de España con un 17% en ambos casos. El principal tipo de aceite importado es el aceite de oliva virgen.
En cuanto a los requisitos de entrada, ICEX detalla que el aceite de oliva debe cumplir la legislación establecida tanto por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) como por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA). Cabe señalar que Brasil no es miembro del Consejo Oleícola Internacional (COI). El Departamento de Inspección de Productos de Origen Vegetal (DIPOV) y Vigilancia Agropecuaria (VIGIAGRO) son los dos departamentos del MAPA responsables del control e inspección de productos de origen vegetal. Al DIPOV corresponde el establecimiento de las directrices para la clasificación, control e inspección de estos productos, así como el control previo de las importaciones a través de la emisión de licencias de importación cuando corresponda (como es el caso del aceite de oliva); mientras que VIGIAGRO se encarga del control e inspección de los productos agropecuarios importados en los puntos de inspección fronterizos.
También precisa que la importación de aceite en Brasil está sujeta a la presentación de un certificado de análisis de parámetros fisico-químicos, el cual puede ser emitido antes de la salida de la mercancía por un laboratorio extranjero habilitado por el MAPA (este debe estar registrado en la base de datos SISCOLE), o por un laboratorio brasileño, una vez llegada a territorio brasileño. Según el organismo español, el DIPOV ha expresado su intención de iniciar los controles de parámetros organolépticos, si bien en aceites importados a granel en una fase inicial. Para ello, Brasil dispone de un laboratorio reconocido por el Consejo Oleícola Internacional (COI) en Rio Grande del Sur para la realización del panel de cata y permitiría recurrir a otros laboratorios extranjeros, oficiales y reconocidos por el organismo internacional, en caso de hallarse discrepancias.
En cuanto a la tributación de este producto, el documento apunta que es necesario pagar diversos tributos federales y estatales. Sin embargo, varios de estos impuestos tienen un tipo impositivo del 0%, de modo que el coste final del producto no se ve incrementado "sobremanera", a diferencia de lo que sucede con otras mercancías.
Finalmente, ICEX afirma que una eventual entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur conllevaría una mayor apertura del sector brasileño y oportunidades de mejora en los intercambios bilaterales.