La organización ha señalado que estas cifras son inferiores a la previsión de septiembre de 2022 antes de iniciar la cosecha -cuando se pronosticó un descenso hasta 19.000 toneladas- e incluso se sitúan por debajo de la estimación de 16.000 toneladas de finales de enero, cuando la cosecha se encontraba en la recta final.
La FCAC ha subrayado que una cosecha media en Cataluña se sitúa en 31.000 toneladas, por lo que la de este año será la producción más baja en los últimos 15 años, seguida de lejos por la cosecha de 2018, cuando se obtuvieron 20.600 toneladas de aceite de oliva.
El responsable de aceite de oliva de la organización, Antoni Galceran, ha alertado de que “esta situación conlleva grandes dificultades a las cooperativas dado que la falta de producción se une al incremento de los costes y a las consecuencias de la guerra en Ucrania. El sector tendrá dificultades para mantener los compromisos comerciales por la falta de producto. La facturación cae mientras los costes se han multiplicado casi por cuatro en el último año”.
Entre las medidas urgentes que la FCAC ha reclamado al Departamento de Acción Climática de Cataluña, se incluye el establecimiento de una línea ayudas destinadas a cubrir -en las cooperativas de las zonas afectadas por la caída de producción- parte de los gastos fijos "en el contexto de una drástica reducción de ingresos en las actividades propias de la cooperativa".
