Para el ministro, "estamos ante una crisis climática, con efecto directos sobre los mercados" y señaló que "la Comisión Europea debe dar un paso adelante y movilizar la reserva agrícola de la Política Agraria Común (PAC) cuanto antes".
Luis Planas asistió ayer en Bruselas al Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, que debatió un documento presentado por la delegación portuguesa, con el apoyo de España, Francia e Italia, sobre las adversidades climáticas en varios países europeos en el año hidrológico 2022/2023. En las últimas semanas, el ministro español ha mantenido contactos bilaterales con diferentes Estados Miembros para coordinar los puntos de vista de cara al debate en el Consejo.
En su intervención, el ministro valoró la oportunidad de este debate, ante una situación crítica provocada por una intensa sequía que está comprometiendo la viabilidad de cultivos y pastos. Planas explicó que España ya ha adoptado un paquete de medidas urgentes para aliviar las dificultades de agricultores y ganaderos. Entre ellas, 636 millones de euros en ayudas directas, de los que 355 millones están destinados a los ganaderos, 276,7 millones para agricultores y 5 millones de euros para apicultores.
A su vez, recordó que las precipitaciones acumuladas durante el año hidrológico, que empieza el 1 de octubre, son casi un 30% más bajas que las registradas en el mismo periodo del año anterior, que ya fue extremadamente seco, con una reducción del 26% respecto a los valores medios.
Planas indicó que la falta de agua producirá una reducción de distintas producciones, que afectará a los mercados, por lo que urgió a la Comisión a adoptar medidas en el ámbito comunitario, ante un problema que afecta a varios Estados Miembros.
Asimismo, recordó que España solicitó a la Comisión, el pasado mes de abril, la adopción de medidas urgentes, adicionales a las nacionales, como la movilización de la reserva de crisis, la posibilidad de recurrir a fondos FEADER de desarrollo rural, incrementar el porcentaje del anticipo de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) o dar mayor flexibilidad en materia de pagos directos.
