De Aurum, el jurado seleccionó este proyecto como ganador destacando el resultado del producto final, el cual ha sabido representar claramente dos elementos, la almazara y la aceituna, dejando claro que se trata de un envase de aceite de oliva. Por otro lado, resaltó el trabajo gráfico realizado, con una acertada elección tanto de la tipografía como de la paleta de colores, ayudando a resaltar la marca y su producto. Otro aspecto que se subrayó es la realización de varios prototipos utilizando impresión 3D con el objetivo de comprobar su funcionalidad y eficacia, creando así un envase que podría ser fabricado.
Por su parte, de Oro Líquido se destacó la calidad escultórica del envase y la clara intención del proyecto de poner en valor el aceite de oliva de primera calidad, el diseño se inspira en una piedra de oro y está planteado para el embotellado de series limitadas de aceite de oliva, lo que le otorga al envase y a su contenido una especial notoriedad y simbolismo.
Asimismo, de Lumbre el aspecto más valorado fue la función secundaria de la botella, la cual se convierte en una lámpara con la ayuda de la linterna de los teléfonos móviles, de esta forma el diseño responde a la problemática planteada por su autora, ayudando a alargar hasta la noche las fiestas en la playa conocidas como “moragas”. Un proyecto que, según el jurado, ha sabido adaptarse a un contexto social y promueve la innovación generando una nueva tipología de productos.
Respecto a Segna 71, se trata de un proyecto singular por abordar la solución de esa última gota que queda en la botella al servir el vino. A través de su diseño resalta el principal aspecto comunicativo del producto, la etiqueta, a la que otorga un especial protagonismo, siendo donde terminan estas gotas a través de un canal, tintándola con su característico color. El autor del proyecto es Alberto Mora, de la Escola d'Art i Superior de Disseny d'Alcoi.
Finalmente, de Gotoil el jurado puso en valor la incorporación de un principio físico que ha sabido explotar en el diseño final del envase, con la capacidad de proponer un juego de ingenio inteligente y sencillo que consiste en averiguar cómo verter el líquido que contiene, asemejándose a las tradicionales botellas de engaño. También resaltó el concepto de envase duplo planteado para contener aceite y vinagre en una sola botella, así como la versatilidad del mismo, siendo apto para ser utilizado tanto en el ámbito doméstico como en el de restauración.
Los 10 autores finalistas defendieron sus propuestas ante el jurado, formado por profesionales del sector, así como responsables de Vidrala, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto y de la asociación EIDE. Los expertos valoraron la innovación, originalidad, funcionalidad, viabilidad y sostenibilidad de los proyectos presentados.
Los premios se organizan en colaboración con la Universidad de Deusto y con EIDE Asociación de Diseño Vasco. El ganador del concurso será premiado con un viaje al próximo Salón del Mueble de Milán que se celebrará en 2024.
