En su informe, el Ismea señala que durante todo el invierno continuaron los problemas de sequía, parcialmente compensados por las lluvias primaverales que, sin embargo, provocaron en muchas zonas dificultades por la caída de la flor y el cuajado de los frutos. A su juicio, el verano tampoco fue especialmente favorable, con un fuerte calor que en las zonas de secano provocó estrés en los olivos con la consecuencia positiva, al menos, de circunscribir los ataques de patógenos. La situación fue diferente en algunas zonas centrales donde, por el contrario, la lluvia y la humedad "crearon el hábitat ideal para los ataques de la mosca del olivo, aunque éstos fueron en general bien contenidos".
El organismo italiano subraya que el mes de octubre sigue siendo fundamental para la plena maduración de las aceitunas, lo que obliga a operadores y analistas a actuar con toda cautela a la hora de realizar estimaciones. "Una vez constatado, en efecto, que los volúmenes de aceituna son inferiores a lo previsto, queda por analizar la variable rendimiento aceituna/aceite", precisa.
A grandes rasgos, estima un descenso superior al 30% en las zonas septentrionales debido tanto a la alternancia natural como a las adversidades atmosféricas de diversa índole que causaron daños desde la floración hasta el envero. Una situación similar se produjo en Italia central, donde las lluvias primaverales afectaron negativamente a la floración, sobre todo en las zonas del interior.
Respecto a la zona sur y las islas, el +34% puede atribuirse a los buenos resultados previstos para Puglia y Calabria, que representan, respectivamente, el 50 y el 13% de la producción nacional, y que se estima volverán a las medias de los últimos cuatro años, aunque permanecen por debajo de su potencial. En el caso de Puglia se estima un aumento de más del 50% respecto al año pasado, "gracias sobre todo a la alternancia natural, aunque el extraño tiempo primaveral, el calor estival y el granizo de finales de septiembre no jugaron a favor de los olivares".
En Sicilia, por su parte, se prevé una producción sustancialmente estable respecto a la ya baja del año pasado y, en cualquier caso, inferior a la media. Abruzzo y Basilicata también se recuperarán, mientras que en las demás regiones meridionales se prevé una producción inferior a la del año pasado, según el informe del Ismea.
