El documento, denominado "Valor Extra", contiene una serie de principios esenciales. “La situación actual del aceite de oliva, caracterizada por una producción inferior a la media y precios elevados, debe ser una oportunidad para revisar la forma de consumir este producto, que gracias a sus cualidades nos proporciona una mejor salud y contribuye, incluso en tiempos de crisis, a nuestro sistema productivo", ha subrayado Anna Cane, presidenta de FOOI.
Entre los principales puntos de este documento destaca reconocer el gran valor del AOVE: económico, social y para la salud. En este sentido, apuesta por reafirmar el papel del aceite de oliva virgen extra, a pesar de la complicada campaña y de la inflación todavía presente en la cesta de la compra de los italianos. “El aceite ofrece sabor y salud; su valor es muy alto, pero no se reconoce. El AOVE no nace de los árboles, sino que es el resultado de un compromiso constante", desde el campo hasta las almazaras y empresas.
También remarca que cada eslabón de la cadena de suministro es importante. FOOI subraya que todas las etapas de producción del aceite de oliva virgen extra son esenciales para la producción de aceite de oliva virgen extra, sin excepción, y representan segmentos económicos, con importantes repercusiones en el tejido empresarial y social del territorio. “Esto también significa empleo, crecimiento, costes a afrontar”, ha precisado.
Asimismo, señala que “la práctica de ventas por debajo de coste ha degradado la reputación del aceite de oliva virgen extra a lo largo de los años, convenciendo al consumidor de que el aceite cuesta poco porque vale poco. Esta carrera hacia abajo invita al consumidor a buscar el precio más bajo, entendido como único criterio para elegir el aceite de oliva virgen extra”. Para la FOOI, "este período de precios más altos debe servir para reposicionar el AOVE en los lineales, atribuyéndole el valor que merece y remunerando adecuadamente a la propia cadena de suministro, en particular a la parte agrícola".
A su vez, aboga por innovar para ser competitivo. A su juicio, el mundo del AOVE debe reforzar su competitividad frente a otros países, modernizando las plantas y los procesos de producción. De esta manera, “será posible aumentar la producción, de la que Italia carece gravemente debido a la Xylella fastidiosa y al cambio climático, y hacer que el sector sea más eficiente, reduciendo también los costes de producción”.
Según el documento de la Interprofesional, el aceite de oliva virgen extra es mucho más que un simple condimento. “No es una grasa común, es un alimento completo”, indica. Al respecto, asegura que las investigaciones científicas han atestiguado sus beneficios nutricionales y para la salud, que lo convierten en un producto único en su género, capaz de salvaguardar el corazón y el sistema cardiovascular, además de contribuir a la prevención de tumores por sus virtudes antiinflamatorias. "Si la Dieta Mediterránea es considerada la más saludable y sostenible del mundo, también se lo debe al aceite de oliva", asegura. “Lamentablemente, estos conceptos están lejos de ser comprendidos por los consumidores. La reducción de la producción de aceite y el aumento de los precios hacen temer que los consumidores abandonen el AOVE en favor de productos menos saludables", ha considerado Cane.
Además, defiende que el aceite de oliva virgen extra debe estar en el centro de una gran campaña de sensibilización, capaz de describir el virgen extra en su totalidad, transmitiendo que es irremplazable en la dieta italiana. “Llevamos años pidiendo a las instituciones -añade la FOOI- que es urgente iniciar una actividad seria de comunicación dedicada a las ventajas del consumo de AOVE, centrada en los efectos de este alimento sobre la salud”.
La Interprofesional italiana espera que finalmente se impulse el diálogo entre el mundo del aceite de oliva y las instituciones, a través de una mesa permanente, para construir una nueva política de valorización y promoción del AOVE, basada en una estrategia compartida.
