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Tres nuevos estudios confirman el potencial preventivo de la Dieta Mediterránea frente al cáncer de próstata, mama y colon

Tres nuevos estudios confirman el potencial preventivo de la Dieta Mediterránea frente al cáncer de próstata, mama y colon

jueves 08 de febrero de 2024, 12:27h
Tres estudios liderados por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) confirman el potencial preventivo de la Dieta Mediterránea frente al cáncer de próstata, mama y colon-recto. Las investigaciones se enmarcan en el proyecto EPIC (Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer), coordinado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y que se desarrolla en diez países europeos, entre ellos España. Su objetivo es investigar la relación entre dieta, estado nutricional, estilos de vida, factores ambientales e incidencia de diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas.

Los tres trabajos, publicados en las revistas científicas Maturitas, British Journal of Urology International y Nutrients, forman parte del Proyecto EPIC-España y están desarrollados por un equipo del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, liderado por Adela Castello y Marina Pollán y adscrito también al Área de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del CIBER-ISCIII, y por los investigadores Miguel Rodríguez Barranco y María José Sánchez, de la EASP y del CIBERESP, así como por científicos de otros centros EPIC-España.

Los resultados refuerzan la idea de que las recomendaciones nutricionales deben tener en cuenta patrones generales de dieta más que alimentos individuales, y confirman que adoptar hábitos dietéticos que se alejan del patrón de dieta occidental en favor de una Dieta Mediterránea podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, mama y colon-recto.

Las personas participantes en el estudio EPIC-España con una alta adherencia al patrón de dieta occidental mostraron en los tres estudios publicados el doble de riesgo de desarrollar un cáncer de próstata agresivo, un 37% más de riesgo de padecer un cáncer de mama y un 53% más de riesgo de tener cáncer colorrectal; mientras que los participantes con adherencias altas al patrón mediterráneo presentaron un 16% menos de riesgo de desarrollar un tumor maligno en el colon y recto que aquellos con adherencias bajas.

"Creemos que el aumento de la disponibilidad de alimentos procesados en las últimas décadas, junto con la menor disponibilidad de tiempo para la cocina tradicional, podría haber modificado la dieta de los individuos que presentaban una alta adherencia a Dieta Mediterránea al inicio del estudio, en la década de los años 90, que habrían evolucionado hacia hábitos más occidentalizados, diluyendo así el efecto protector de este tipo de dieta contra los tumores explorados”, ha señalado la investigadora Adela Castelló.

Según han detallado estos organismos, factores como el envejecimiento de la población influyen en el aumento en las cifras de cáncer, pero también es relevante el papel de los estilos de vida, entre ellos la alimentación. Investigar la relación entre dieta y cáncer es una de las vías para generar nuevas estrategias de prevención orientadas a reducir los casos de cáncer. El proyecto EPIC-España, nacido hace más de 30 años, reclutó en España a más de 41.000 personas sanas, a las que se ha realizado seguimiento y sobre las que se ha recogido datos antropométricos, sociodemográficos, de actividad física, dieta, consumo de alcohol y tabaco, etc.

Los autores de este estudio creen que es importante transmitir que se debe reducir el consumo de los alimentos propios de patrón occidental y aumentar los alimentos propios del patrón Mediterráneo. Esto es, reducir el consumo de lácteos grasos, panes, arroces y pastas blancas, embutidos, hamburguesas, salchichas y otras carnes procesadas, refrescos azucarados, zumos, dulces, bollería, comida preparada y salsas en favor de una dieta con una alta presencia de frutas enteras, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva. “Este simple cambio puede reducir significativamente el riesgo de padecer cáncer", ha considerado Castelló.