El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha participado en una de estas iniciativas acompañado por el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, realizando un itinerario por algunos de los árboles históricos, singulares y notables de los Jardines de El Buen Retiro.
Carabante ha recordado que Madrid ha sido designada recientemente como “Ciudad Arbórea del Mundo” por quinto año consecutivo por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day. Se trata de un reconocimiento que sitúa a Madrid "como ciudad referente en el cuidado de sus árboles y en la gestión forestal urbana, integrada por 3.800 parques y jardines, con 1,7 millones de árboles cuyo mantenimiento depende de la administración municipal y más de 5.000 calles arboladas", según ha precisado el ayuntamiento de la capital.
El recorrido en el que ha participado el delegado ha arrancado en el olivo centenario situado en una de las praderas próximas a la entrada de la Puerta del Ángel Caído. Se trata del ejemplar más “anciano” del parque. No en vano, su edad estimada es de 627 años y su fecha de origen aproximada está situada en torno al año 1396, aunque se incorporó a los Jardines de El Buen Retiro hace apenas un año. En abril de 2023, se realizó su plantación como símbolo del compromiso de Madrid con la sostenibilidad dentro de la iniciativa europea "Un Árbol por Europa".
Este olivo centenario pesa cinco toneladas, mide cerca de tres metros de alto y su tronco cuenta con un diámetro aproximado de tres metros. Pese a sus modestas dimensiones en comparación con otros árboles de más porte, se ha convertido en estos meses en un gran reclamo para madrileños y turistas al pasar a ser el ejemplar más veterano, superando en edad al histórico ahuehuete situado en la entrada al jardín por la puerta de Felipe IV.
La presencia de este olivo entronca con la propia historia de El Retiro, ya que, en el conocido Plano de Texeira de 1656, consta que alrededor de la actual Basílica de Atocha se encontraba el conocido como Olivar de Atocha. La tapia de ese olivar era colindante con la cerca de El Retiro y los reyes podían entrar directamente desde El Retiro al olivar y a la Virgen de Atocha. Actualmente, es también posible ver un número importante de olivos en la colina del Bosque del Recuerdo. El Antiguo Reservado, los Jardines de Cecilio Rodríguez y la Montaña de los Gatos son otros puntos del parque con presencia de olivos.
Otra de las paradas del itinerario ha tenido lugar junto al pino carrasco de la Rosaleda (Pinus halepensis). Este ejemplar tiene la categoría de árbol singular y forma parte del catálogo de árboles protegidos de la Comunidad de Madrid. Con una altura de 35 metros, un diámetro de copa de unos 20,5 metros, y un perímetro de tronco de unos 2,70 metros, tiene una edad aproximada de 200 años, pudiendo haber sido plantado a finales del siglo XVIII. Fue de los pocos que se salvó del ciclón del 12 de mayo de 1886 que asoló la vegetación del parque. El eucalipto rojo, una mimosa con el reconocimiento de ejemplar notable y el árbol de los farolillos han completado la ruta trazada para celebrar el Día del Árbol.
