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Las razones de la pronunciada caída de los precios de los aceites de oliva: qué va a pasar en las próximas semanas

Las razones de la pronunciada caída de los precios de los aceites de oliva: qué va a pasar en las próximas semanas

martes 09 de abril de 2024, 13:00h
Los mercados han registrado un cambio rotundo en los últimos días al producirse una drástica bajada de los precios en origen de los aceites de oliva. Para arrojar luz sobre esta coyuntura y ofrecer respuestas al sector, desde Mercacei hemos querido conocer qué opinan productores, industriales, expertos y operadores del sector oleícola, y qué escenario prevén para las próximas semanas.

Para ello les hemos preguntado:

1. ¿Crees que está justificada la pronunciada caída de precios registrada en los últimos días? ¿Cuáles han sido las razones que han provocado esta situación?

2. ¿Cómo valoras las fluctuaciones al alza y a la baja que se producen en el sector?

3. ¿Cómo crees que evolucionarán los precios en las próximas semanas?

Cristóbal Gallego
Presidente de Jaencoop

“La bajada no está justificada si tenemos en cuenta el stock previsto de campaña”

1. La única razón es que ha llovido en marzo y eso afecta a las expectativas futuras de algunos productores que deciden forzar la venta creando un exceso de oferta. Son los problemas de un sector productor muy atomizado. La bajada no está justificada si tenemos en cuenta que el stock previsto de campaña, a 1 de octubre próximo, se establece en 200.000 t., muy ajustado.

2. Dificulta mucho un desarrollo normal y estable del mercado para todos los eslabones de la cadena.

3. Sigo pensando, que las disponibilidades son muy ajustadas para el conjunto de los mercados, de las más bajas de los últimos años. Al final dependerá de las salidas y el consumo que tengamos en los próximos meses, lo que terminará condicionando el precio.

Antonio Luque
Presidente de Dcoop

“Lo que está claro es que caminamos hacia un fin de campaña oleícola con existencias agotadas, lo cual va a influir en el mercado”

1. La campaña está finalizada y llevamos un buen ritmo de salidas, es decir, aceite hay el que hay; a partir de ahí, cada operador tiene que definir su estrategia. Lo que está claro es que caminamos hacia un fin de campaña oleícola con existencias agotadas, lo cual va a influir en el mercado. Creo que el afortunado episodio de lluvias que hemos tenido en Semana Santa ha impactado en este mercado, que se mueve por impulsos muchas veces. Ante pocos compradores, el hecho de que exista una gran atomización en la oferta, acuciada con miles de agricultores que operan en el mercado decidiendo cuándo vender, provoca que muchísimos salgan a vender sin que haya compra, lo que provoca la bajada. Y todo porque ha llovido.

2. En cualquier contexto y mercado, las fluctuaciones no son buenas, pero en el aceite de oliva dependemos mucho de las producciones frente a una demanda más o menos estable. Por ello, hay que tratar de poner remedio con agua, sobre todo, para cuando haya episodios de sequía porque al final esto nos afecta a todos: productores, distribución, consumidores… Lo ideal es un precio que sea rentable y asumible para todos.

3. Habrá que ir viendo cómo va evolucionando según cómo se vayan comportando las necesidades de la demanda.

Pedro J. Garrido
Agente Comercial Garrido Hermanos, C.B.

“Las condiciones climatológicas favorables para el campo con vistas a la próxima cosecha y una mayor oferta que demanda podrían ser algunas de las razones”

1. Atendiendo a la disponibilidad de aceite de oliva que hay hasta llegar a la próxima campaña y los datos de salidas mensuales que se vienen registrando, que de continuar en la misma línea se llegaría a un enlace entre campañas demasiado justo, resulta complicado encontrar una justificación para esta bajada de precios tan drástica en estos momentos.

Las condiciones climatológicas favorables para el campo con vistas a la próxima cosecha y una mayor oferta que demanda podrían ser algunas de las razones que han provocado la caída de precios.

2. Entiendo las fluctuaciones como herramienta necesaria para regular el precio y evitar el desabastecimiento de cualquier producto que esté expuesto a reducir o aumentar su producción por factores externos en busca de un equilibrio entre oferta y demanda, pero unas fluctuaciones bruscas, al alza o a la baja en un corto espacio de tiempo no son deseables para el buen funcionamiento del mercado.

3. Si bien la demanda apenas hace acto de presencia, la oferta ante esta situación y una vez satisfecha la necesidad de vender por parte de fabricantes particulares para liquidar a cosecheros se ve reducida, por lo que debería de parar la caída de precios y tender a estabilizarse. Los próximos datos de salidas, que se conocerán esta semana, podrían hacer que la tendencia tome una dirección u otra.

José Gilabert
Presidente de la SCA San Vicente de Mogón

“El mercado había encontrado un punto de equilibrio y cualquier situación que altere ahora mismo los precios puede que produzca un efecto rebote”

1. No está justificada una caída tan pronunciada de precios. Las razones han sido el cambio del tiempo y el estado de ánimo y de opinión de los propios agricultores. El mercado había encontrado un punto de equilibrio y cualquier situación que altere ahora mismo los precios puede que produzca un efecto rebote. Si hay aumento de salidas, podemos llegar al verano con muy pocas existencias y puede haber tensiones más graves.

2. Las fluctuaciones no son buenas para nadie y al final generan desequilibrios. Soy muy autocrítico en el sentido de que somos los propios agricultores –que vendemos el aceite- los primeros que tenemos que analizar los datos y actuar en consecuencia y no dejarnos llevar por estados de ánimo.

3. Tampoco se atisba un mes de abril lluvioso y hay que recordar que arrastramos un déficit hídrico tremendo, que la próxima cosecha, de la cual dispondremos a partir de noviembre, será la que tenga que ser, pero en ningún caso será una gran cosecha. Lo que toca gestionar es el poco aceite que hay en España y en el mundo. Lo razonable es que si se había conseguido un equilibrio oferta y demanda, en salidas de aceite, los precios recuperen los niveles anteriores, de hace un mes, y en función de las previsiones de la próxima campaña y cuando se acerque -si es una cosecha media- empiece a haber un ajuste progresivo de los precios.

Gonzalo Guillén
Consejero Delegado y Director General de Acesur

“Desde el punto de vista de disponibilidad real de aceite, no tiene sentido ahora una oscilación brusca de precios”

1. Está justificada si lo analizamos desde dos puntos de vista. Muchos agricultores, ante la llegada de las lluvias y una previsible cosecha media-alta en la campaña 2024/25, han decidido liquidar sus aceites a los precios actuales; y la necesidad financiera de parte de la producción/almazaras para atender las demandas de agricultores particulares que han decidido liquidar sus aceites.

Si analizamos el mercado desde el punto de vista de disponibilidad real de aceite, no tiene sentido ahora una oscilación brusca de precios, ya que, con las salidas medias que mantenemos, vamos a un escenario de “stock técnico” al final de la campaña. El aceite que hay se venderá al precio que se demande y la demanda parece que está garantizada.

2. Siempre negativas cuando son bruscas, ya que dificultan el desarrollo de una política comercial coherente y encaminada a fidelizar consumidores, sobre todo en el terreno internacional.

3. Dependerán del nivel de salidas. Nosotros esperamos unas salidas en línea con la media del periodo octubre-febrero, lo que nos llevará a un enlace mínimo histórico y por tanto entendemos que el mercado debe mantenerse en los niveles de la media que hemos tenido en enero-marzo hasta nueva campaña. Pero aquí todo es imprevisible.

Belén Luque
Presidenta de Acora

“Es importante no ponerse nerviosos, ya que el efecto multiplicador de la bajada de precios es mayor cuanto menos se mantenga la calma"

1. La bajada ha sido justificada en parte. Claramente, la lluvia y las expectativas de próxima cosecha han sido el motivo de la caída de precios. Me ha sorprendido que ha sido muy radical y en el mes de marzo, cuando aún quedan muchos meses hasta la próxima campaña y la disponibilidad de aceite es muy reducida si se mantienen las salidas de esta campaña.

2. Las fluctuaciones tan extremas son un condicionante para poder trabajar, desde los agricultores hasta la distribución pasando por fabricantes y envasadores. Es muy difícil trabajar así. No podemos pasar de no vender aceite a venderlo todo y viceversa, creo que debemos aprender de situaciones como esta, donde el consumo nos ha sorprendido a todos con salidas más que decentes con unos precios absolutamente desconocidos. Es importante no ponerse nerviosos, ya que el efecto multiplicador de la bajada de precios es mayor cuanto menos se mantenga la calma.

3. Lo ideal es una estabilidad de precios, pero creo habrá cierto ajuste cuando se vea la floración y el cuaje de la aceituna. Veo ajuste a la baja de precios si finalmente hay una buena cosecha con algún repunte si se mantienen altas las salidas, teniendo en cuenta el poco aceite disponible en otros países.

Consoli Molero
Gerente de la Cooperativa Olivarera de Valdepeñas (Colival)

“Si seguimos vendiendo u ofreciendo nuestros aceites cada vez a un valor inferior por el miedo de que mañana puede que esté más bajo, seguirá descendiendo”

1. No hay o al menos no creo que haya una justificación para que tengamos una bajada pronunciada del valor del aceite. El sector ha trabajado por lograr un valor justo, y ahora que lo hemos tenido, aparecen factores como la lluvia y el nerviosismo, por lo que en un par de semanas se produce una caída en picado de la cotización. Dónde está la creencia de que tenemos un producto que vale más que un precio de cotización.

2. La fluctuación al alza y a la baja en el precio del aceite se realiza principalmente mediante el análisis del mercado y los factores que afectan a la oferta y la demanda, así como la producción y el consumo, utilizando análisis técnicos y financieros para evaluar tendencias y así proyectar posibles movimientos futuros, pero nos sirven de poco en cada campaña, ya que no sabemos trabajar en estas situaciones inéditas.

3. Si seguimos vendiendo u ofreciendo nuestros aceites cada vez a un valor inferior por el miedo de que mañana puede que esté más bajo, seguirá descendiendo. Tenemos que valorar las salidas mensuales, las importaciones y la producción que hemos tenido en España. Son datos que tenemos que tener en cuenta para llegar al 1 de octubre con un equilibrio de precios entre los vendedores, envasadores y consumidores.

Juan Morales
Morales Navas Comercial Aceitera, S.L.U.

“Las fluctuaciones no son buenas para ninguna de las partes que intervienen en la cadena y son muy peligrosas para todos”

1. Los motivos principales de la caída de precios han sido el problema de liquidez por parte del sector, que ha estado obligando al industrial a salir al mercado a vender sus aceites para poder hacer frente a las liquidaciones de las aceitunas de los agricultores; y al cambio de la tendencia en las condiciones climáticas en el último mes que ha dado la vuelta al estado del campo.

2. Las fluctuaciones no son buenas para ninguna de las partes que intervienen en la cadena y son muy peligrosas para todos. La estabilidad en los precios es lo ideal y es lo que tanto el productor como el envasador lleva deseando siempre en este mercado.

3. Todavía quedan picos de bajadas y subidas en el mercado hasta que entremos en una campaña de cosecha normal para llegar a la estabilidad.

Álvaro Olavarría
Director gerente de Oleoestepa

“Lo único que ha habido son buenas expectativas de lluvias”

1. No está justificada. La expectativas de la cosecha 2024/25 a causa de las magníficas lluvias han provocado que haya mucha oferta en el mercado. Lo único que ha habido son buenas expectativas de lluvias.

2. Muy mal. Desde hace unos años la oferta está muy desordenada.

3. Quisiera pensar que se van a ajustar y no descarto un rebote para las altas calidades de virgen extra.

José María Penco
Director de AEMO

“Llegaron las lluvias, mejoraron las expectativas de la nueva cosecha y por tanto comenzaron a descender los precios”

1. Partiendo de los niveles históricos de precios que alcanzamos en enero, sin duda el reajuste tenía que llegar antes o después, lo que dependía de cómo evolucionara la meteorología. Y visto que la primavera está siendo húmeda en general, era lógico que comenzara una bajada de precios. La razón es la señalada, llegaron las lluvias, mejoraron las expectativas de la nueva cosecha y por tanto comenzaron a descender los precios. Otra cuestión es la velocidad con la que lo hacen.

2. Fluctuaciones siempre hubo, hay y habrá, otro asunto es la brusquedad o aceleración de estas subidas y bajadas, lo que merece una reflexión. En mi opinión, estos reajustes tan violentos, en tan poco tiempo, no favorecen a nadie, entre otras cosas porque todos tienen más o menos aceite (productores, almazaras, envasadores y lineales) y su activo baja mucho en poco tiempo, con los riesgos financieros que esto conlleva.

Nuestro sector debe ser consciente de que el consumidor nos ha demostrado estas dos últimas campañas que es muy fiel al aceite de oliva, lo que se traduce en la fortaleza de las salidas a pesar del precio, por tanto la lección es que no bajemos el precio más de lo debido, porque si es así todos perderemos renta, desde el olivarero hasta el distribuidor. Mantengamos siempre unos precios dignos que permitan remunerar a todos los eslabones de la cadena de valor. Tenemos un tesoro entre las manos, nos lo está diciendo a voces el consumidor, y por tanto no lo devaluemos temerariamente nosotros mismos cuando lleguen buenas cosechas. Marquemos una franja sensata para todos.

3. Todo dependerá de dos episodios que todavía quedan por dilucidar. Por un lado, la floración que viene adelantada y que para que se dé bien requiere que no tengamos temperaturas extremas. Por otro lado, la fase de lipogénesis, o formación de aceite, que será desde final de agosto hasta noviembre donde el olivo requiere humedad en el suelo. Según como vengan estos dos periodos críticos, el reajuste a la baja de precios se dará con mayor o menor intensidad… si tenemos algún “accidente” meteorológico en estas dos fases puede ocurrir cualquier cosa, como así fue esta campaña. Luego habrá que considerar también cómo sigue evolucionando el ritmo de salidas de aceite en los próximos meses, lo que condicionará el muy corto enlace de campaña en nuestro país.

Miguel Ángel Rodríguez
Director de Operaciones de Aceites García de la Cruz

"Estas fluctuaciones provocan mucha inseguridad tanto a los operadores del mercado como a los consumidores"

1. Sí que está justificada. La bajada de precios se ha producido principalmente tras las lluvias registradas durante la Semana Santa, habiendo caído principalmente en las zonas productoras, preparando al olivar para una posible próxima cosecha muy buena.

2. Negativamente. Estas fluctuaciones provocan mucha inseguridad tanto a los operadores del mercado como a los consumidores, frenando el mercado en cuanto a cantidad de operaciones que se realizan de forma habitual.

3. Durante las últimas semanas se está produciendo una bajada continuada, con una inercia hacia abajo que se irá manteniendo, aunque de forma puntual pueden producirse momentos de estabilidad. Todo ello dependerá de la adaptación del consumo a los precios.

Lucía Serrano
Presidenta de Infaoliva

“Hasta que la aceituna no esté molturada y el aceite se encuentre en la bodega, la lección que debemos haber aprendido y debemos tener en cuenta es que la prudencia debe ser nuestra mejor consejera”

1. Nadie esperábamos una bajada de precios tan rápida y en tan poco tiempo. No existe justificación para este giro que ha dado el mercado, ya que las salidas mensuales están yendo bien a pesar de los precios alcanzados. Por mucho que se diga que el consumo ha caído, está demostrado que el descenso del mismo ha sido mucho menor al porcentaje de subida en precios, lo que significa que nuestros consumidores estarán recortando en otros productos, pero el aceite de oliva lo siguen consumiendo. Con estas salidas, con el aceite de oliva que se ha producido y habiendo el poquito enlace de aquí a principios de octubre, no es razonable lo que está pasando con los precios.

La razón más evidente, que por ahora puedo ver, son las precipitaciones que han caído en estos últimos días. Eso nos puede llevar a tener una visión más optimista que la del año pasado en estas fechas, pero sinceramente creo que todavía es demasiado pronto para augurar la campaña del año que viene. Ojalá que sea una media cosecha y todo se normalice. No obstante, hasta que la aceituna no esté molturada y el aceite se encuentre en la bodega, la lección que debemos haber aprendido y debemos tener en cuenta es que la prudencia debe ser nuestra mejor consejera.

2. Esta situación de mercado tan inestable no nos viene bien a nadie, de principio a fin de la cadena. El éxito reside en el equilibrio para poder mantener una estabilidad en precios, en producción, en costes, etc.

3. Dependerá mucho de los próximos dos meses, de la floración, de las temperaturas que nos acompañen en esos días, de que haya un cuaje correcto y que el consumidor siga siéndonos fiel y el consumo no descienda bajo ningún concepto. Si todos estos factores se suman, puede que todo vuelva a esa normalidad tan deseada.

José Antonio Torres
Experto oleícola

“Era evidente que un cambio de ciclo climático conllevaría una bajada de precios ante la perspectiva de una cosecha normal para la próxima campaña”

1. Dos campañas consecutivas de baja cosecha y una demanda que, habiéndose resentido en parte, ha seguido fiel en el consumo de aceite de oliva, han propiciado niveles de precios históricos. Sin embargo, era evidente que un cambio de ciclo climático conllevaría una bajada de precios ante la perspectiva de una cosecha normal para próxima campaña. Si que podría sorprender la rapidez con la que ha bajado, si tenemos en cuenta las existencias disponibles después de los últimos datos publicados y que en apariencia, no asegurarían un enlace holgado. Esto es consecuencia del nerviosismo de los agricultores y de la producción, que no puede financiar el volumen de liquidaciones que demandan los cosecheros. En resumen, es el resultado de la falta endémica de profesionalización del sector.

2. Sin lugar a duda, no beneficia a nadie. En primer lugar, crea inseguridad en el consumidor y daña la imagen del sector, ya que, como hemos visto este año, no se sabe comunicar adecuadamente. También crea incertidumbre en la producción y por supuesto en la comercialización y distribución, ya que dificulta la fluidez en la planificación de ventas y operaciones. Para evitar estas fluctuaciones habría que asegurar cosechas estables. Ello sólo es posible mediante la trasformación y modernización de los cultivos para hacerlos más eficientes y rentables, buscando soluciones a través de la innovación, que propicien un uso racional del agua y promoviendo nuevas formas de cultivo y nuevas variedades que favorezcan la diversidad y la adaptación al medio.

3. Como se ha indicado anteriormente, las existencias disponibles según los últimos datos publicados hacen pensar en un enlace corto o muy corto que lógicamente dependerá en última instancia de las salidas. Sin embargo, hay que tener en cuenta la situación de Portugal. Con una producción muy superior a la campaña pasada, los agricultores portugueses han decidido mantener parte de su cosecha sin vender. Se trata de una situación inusual, ya que normalmente, a estas alturas de campaña, las bodegas de las almazaras portuguesas están vacías. Por otro lado, si la climatología acompaña, y teniendo en cuenta que la acumulación de lluvia asegura un grado elevado de humedad en el suelo para la primavera, es bastante probable que la próxima cosecha volvamos a la normalidad de producciones y precios.

Miguel S. Verdasco
Bróker de aceite de oliva a granel

“Las razones están relacionadas con las precipitaciones que se han producido en toda la Península Ibérica y las expectativas de vendedores y compradores”

1. En un mercado libre y no intervenido directamente como el del aceite de oliva todos los movimientos de los precios del mismo están justificados, porque reflejan los acuerdos libres entre compradores y vendedores. La volatilidad está siendo muy alta y así se refleja en las cotizaciones de los precios de todas las categorías del sector. Las razones en este caso están relacionadas con las precipitaciones que se han producido en toda la Península Ibérica y las expectativas de vendedores y compradores (envasadores y distribución). Además es una realidad la necesidad de liquidez que están teniendo algunos productores para afrontar las liquidaciones de aceituna pendientes.

2. Los cambios en las cotizaciones son un reflejo de un mercado activo y libre en el cual pueden participar todos los integrantes del mismo. Evidencian las expectativas y deseos de productores y consumidores. En este caso, el precio ha bajado ante la falta de demanda y de una oferta que la ha superado ampliamente. La falta de liquidez, bien de producto o bien de compradores, produce huecos o “gaps” en las cotizaciones al igual que sucede en muchos otros mercados de forma natural. Es por eso que se producen movimientos de precios bruscos sin aparentes entradas o salidas de mercado.

3. Es probable que después de una caída haya algún rebote al alza porque estamos hablando de un movimiento superior al -15%, el cual no es habitual en un período de tiempo tan corto en este sector. Los precios continuarán moviéndose en función de la previsión de lluvia, el consumo mensual, las expectativas y el enlace de campaña con el que afrontemos la nueva cosecha 2024/25. El nivel medio de salidas totales mensuales de los últimos 12 meses se sitúa sobre 90.000 toneladas y serán los próximos meses los que determinen qué stock y calidades disponibles encontremos en septiembre.