El método de riego más empleado es el localizado utilizado en más del 95% de la superficie regada (836.284 ha., +1,13% respecto a 2022). A pesar del descenso en 2022 como consecuencia de la profunda sequía, este sistema ha ido progresivamente en aumento año tras año implantándose en 134.078 nuevas hectáreas desde 2013, según los datos del MAPA.
Según los datos de Esyrce, destaca la estabilidad del riego por gravedad, en torno a las 35.000-42.000 hectáreas a lo largo del período 2013-2023.
Asimismo, los sistemas motrices son los que más han aumentado porcentualmente en 2023 (4,71%, hasta 2.951 hectáreas).
El MAPA ha considerado esencial la modernización y sostenibilidad de los sistemas de riego de la agricultura española para lograr un uso adecuado y eficiente de cada gota de agua, debido a los evidentes efectos del cambio climático, con precipitaciones más escasas e irregulares, adversidades climáticas más extremas y sequías más frecuentes e intensas. Según ha destacado, el Gobierno ha impulsado el plan de modernización de regadíos más ambicioso de la historia reciente, que movilizará una inversión público-privada superior a 2.400 millones de euros entre 2022 y 2027.
A nivel general, en 2023, la superficie regada en España descendió un 1,52% como consecuencia de la sequía sufrida en el año hidrológico 2022-2023. Un año antes, en 2022, el porcentaje de regadío eficiente era del 78,96%.