La iniciativa Aislacel es un proyecto de I+D de Andaltec, que cuenta con financiación de la Diputación Provincial de Jaén. Esta línea de investigación busca dar una doble vida a los residuos de cultivos como la poda de olivo, los tallos de algodón y el cañote de girasol. El objetivo es aislar la celulosa de estos residuos mediante un pretratamiento sostenible (agua líquida caliente a presión) para, posteriormente, sintetizar plásticos biodegradables y compostables. Estos nuevos materiales se destinarán a la fabricación de envases activos para la industria alimentaria.
Por su parte, la iniciativa Rebiol está centrada también en la poda del olivar. Este proyecto evalúa las vías técnicas y económicas más eficientes para revalorizar materiales compuestos (polímeros) que ya han sido reforzados con fibras de este residuo agrícola. El estudio busca encontrar la mejor solución para el final de la vida útil de estos materiales.
Junto a estas iniciativas de bioeconomía, Andaltec también ha destacado su capacidad de innovación en eficiencia energética con el proyecto Climaplasev. Se trata de un novedoso sistema de climatización por enfriamiento evaporativo que utiliza materiales plásticos y procesos de fabricación avanzados para lograr un bajo consumo energético.
“Proyectos como Aislacel y Rebiol son el ejemplo perfecto de bioeconomía aplicada: transformamos un residuo abundante en nuestra provincia en un recurso de alto valor para nuevos bioplásticos y materiales avanzados”, ha subrayado Daniel Aguilera, gerente de Andaltec.
A su juicio, “no sólo aportamos una solución sostenible, sino que generamos una nueva oportunidad industrial. Climaplasev, por su parte, demuestra nuestra capacidad para innovar en la eficiencia energética, un reto clave para toda la industria agroalimentaria”.