Los impulsores del proyecto han explicado que dentro del fenómeno general de las condiciones climáticas cambiantes, la industria del olivo también ha tenido que ajustar la tecnología de cultivo y proceder a la instalación de sistemas de riego en los olivares. Según han señalado, varios estudios han demostrado que el riego de olivos es una contramedida adecuada al cambio climático, si bien debido a la falta de conocimiento y al miedo a la inviabilidad económica, los olivareros rara vez optan por instalar un sistema de riego.
Al transferir los resultados de la investigación a la práctica y al mismo tiempo evaluar la viabilidad económica, una gama más amplia de olivareros tendrá conocimientos y herramientas para evaluar la justificación del riego y establecer un sistema de riego automatizado en la plantación.
Entre las actividades que incluye el proyecto destaca la realización de eventos de capacitación (recursos hídricos, equipos de automatización y respuesta de olivos a la sequía); medición a través del monitoreo de parámetros del entorno, estado de la planta, calidad y cantidad del cultivo y gestión de activos financieros en siete explotaciones agrícolas; la implementación en siete ubicaciones de una prueba práctica de riego automatizado; y el análisis de viabilidad económica y elaboración de un modelo básico de cálculo de viabilidad para el riego de olivos.