En 2024, Australia importó desde España aceite de oliva por un valor de 183,9 millones de euros (21.620 toneladas), lo que supone un aumento del 98% respecto a 2023. En el caso del aceite de oliva virgen extra, las importaciones procedentes nuestro país ascendieron a 124,3 millones de euros (13.699 toneladas), registrando un incremento del 128% interanual.
Según los datos recogidos en este informe, durante el pasado año las importaciones australianas de aceite de oliva alcanzaron las 32.648 toneladas, equivalente a 263,4 millones de euros, frente a unas exportaciones de aproximadamente 2.200 toneladas. En el caso del aceite de oliva virgen extra, los datos muestran una dinámica similar, con importaciones que en 2024 alcanzaron las 20.620 toneladas, equivalentes a 176,5 millones de euros, frente a unas exportaciones de 1.492 toneladas.
Asimismo, señala que, según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), durante la campaña 2023/24, el consumo de aceite de oliva en Australia fue de 44.500 toneladas, mientras que la producción local apenas alcanzó las 20.000 toneladas. Esto significa que la producción nacional sólo pudo cubrir el 45% de la demanda.
Por otro lado, el informe apunta que gran parte de las exportaciones españolas se canalizan a través de marcas de distribuidor, lo que permite una mayor penetración en el mercado australiano. No obstante, también existe una presencia, aunque más limitada, en tiendas especializadas, como Simon Johnson y Gourmet Life.
Oportunidades del mercado
El aumento de la conciencia sobre la salud entre los australianos ha llevado a un mayor consumo de aceite de oliva como grasa para cocinar y elaborar comidas. Esta tendencia se debe, en parte, a la mayor preocupación por llevar una dieta más saludable, favoreciendo grasas saludables en detrimento de la margarina o aceites refinados.
Australia actualmente presenta un contexto favorable para el consumo de aceite de oliva
Además, según apunta IBIS Word, ha aumentado la preferencia por alimentos que no sólo sean saludables, sino que también se perciban como productos Premium. El aceite de oliva virgen extra, por ejemplo, no sólo es valorado por sus beneficios nutricionales, sino también por su calidad superior. Por lo tanto, Australia actualmente presenta un contexto favorable para el consumo de aceite de oliva, con un mercado cada vez más dispuesto a adoptar este producto en su dieta diaria, según el informe.
No obstante, añade que conviene tener en cuenta que se trata de un mercado altamente competitivo, en el que operan más de 900 productores locales de aceite de oliva virgen extra, y donde existe una marcada preferencia del consumidor por el producto nacional.
Distribución
La mayoría de los consumidores adquieren aceites comestibles a través de cadenas de supermercados, canal que alcanza el 89,6% del volumen total de ventas, según datos publicados por Euromonitor. Un porcentaje menor, correspondiente al 9,3%, se vende a través de plataformas de comercio electrónico, mientras que el resto se compra en tiendas de conveniencia y, en menor medida, en otros canales alternativos.
En cuanto a los principales supermercados en Australia, destacan fundamentalmente Woolworths y Coles. Sin embargo, en los últimos años, Aldi ha conseguido una cuota de mercado importante gracias a su estrategia de precios competitivos. Otros actores de peso en la industria son Metcash (propietaria de los supermercados IGA, entre otros) y Costco, más orientada a la venta al por mayor y producto a granel.