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Andalucía prevé producir alrededor de 1.040.000 t. de aceite de oliva esta campaña

Andalucía prevé producir alrededor de 1.040.000 t. de aceite de oliva esta campaña

lunes 03 de abril de 2017, 12:00h

La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, destacó el pasado 31 de marzo el "escaso error del aforo realizado por la Consejería hace cinco meses que, según los datos de que se dispone actualmente, sería de apenas un 5%". En este sentido, se estima que la campaña 2016/17 de Andalucía ronde finalmente 1.040.000 toneladas de aceite de oliva, mientras que en la provincia de Jaén se espera un total de 510.000 toneladas. Además, se calcula que el rendimiento graso medio hasta febrero de 2017 es del 21% (casi 20% en la Comunidad).

Ortiz precisó en la sesión del Consejo Provincial del Aceite de Oliva de Jaén que la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) recoge hasta febrero una producción de 1.008.577 toneladas de aceite en Andalucía.

En su intervención, la consejera se refirió también a los precios de este alimento en el mercado, que "desde el comienzo de la campaña han experimentado una tendencia creciente muy marcada". De hecho, según la titular de Agricultura andaluza, el virgen extra "ha rozado la barrera de los cuatro euros por kilogramo".

Asimismo, Ortiz valoró el aumento de las exportaciones del aceite de oliva, cuyo valor se ha multiplicado por 2,4 (+140%) en el caso de las ventas de Jaén entre octubre de 2016 y enero de 2017 (90,2 millones de euros) respecto a los mismos meses de la campaña anterior (37,5 millones de euros). Las transacciones internacionales relativas a este producto andaluz ascienden a 817 millones de euros de octubre de 2016 a enero de 2017, cantidad que supone un aumento del 33% respecto al mismo período de la campaña anterior (612 millones de euros).

Posición común ante la PAC

Por otro lado, el Consejo Provincial del Aceite de Oliva acordó adoptar por unanimidad una posición común ante la futura reforma de la Política Agraria Común (PAC) que se acometerá a partir del año 2020, un asunto que empieza a negociarse y en el que, tal y como recordó el presidente de la Diputación de Jaén y de este consejo, Francisco Reyes, la provincia jiennense “se juega mucho porque el olivar y el aceite de oliva siguen siendo fundamentales desde el punto de vista del empleo y de la economía, y cualquier decisión que se tome en torno a este sector tiene una especial incidencia en nuestra tierra”.

Por ello, según Reyes, el objetivo de esta reunión del Consejo Provincial del Aceite de Oliva, que giró monográficamente sobre la próxima reforma de la PAC, era “fijar una posición común” que se ha basado en “el trabajo realizado durante las últimas semanas por una comisión que ha presidido el responsable en Jaén de la Unión de Pequeños Agricultores”.

En este encuentro, se reflexionó sobre este documento al que “vamos a darle la máxima difusión porque ante la apertura de esta ventanilla para escuchar propuestas de cualquier ciudadano de Europa que ha hecho el comisario europeo de Agricultura, queremos que haya muchas propuestas desde Jaén en torno a las líneas que el propio Consejo va a estudiar”, remarcó el presidente de la Diputación provincial.

Entre las propuestas que recoge este documento, Reyes remarcó que “como base no puede haber un desplazamiento de ayudas de unos territorios a otros ni de unos cultivos a otros”. Además de esta cuestión, en la propuesta aprobada en el seno del Consejo Provincial del Aceite de Oliva, también se incide en la necesidad de una PAC fuerte, bien dotada económicamente, con presupuesto suficiente y garantizado, que consolide la partida presupuestaría correspondiente a Andalucía sin que haya trasvase de fondos entre las distintas provincias y con la recuperación del montante de ayudas perdidas en la anterior reforma.

Igualmente, y entre otras propuestas, se planteó el establecimiento de medidas de mercado que permitan estabilizar los precios del aceite y evitar su volatilidad tanto en origen como para el consumidor; que se reconozca como “gran sumidero” de CO2 de la atmósfera para que a este cultivo se le siga concediendo el pago verde o “greening”; que el olivar de alta pendiente y de montaña tenga acceso prioritario a las ayudas acopladas que se fijen en el reglamento de la UE; y que se apruebe un nivel de ayudas importante para la incorporación de jóvenes a la actividad agraria a través de los programas de desarrollo rural.

También se defiende que existan mecanismos en forma de ayudas para reconvertir o modernizar las plantaciones que así lo requieran o deseen con el fin de hacerlas siempre competitivas en el mercado global; que se modernice y simplifique la PAC; que se establezcan programas y medidas que favorezcan las explotaciones de pequeño tamaño, con el fin de evitar el despoblamiento del medio rural; y que se valore el olivar como gran generador de empleo y se reconozca que las ayudas europeas han contribuido a la actividad económica del medio rural más allá del sector primario.