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El olivar cuenta con un gran potencial como herramienta de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero

El olivar cuenta con un gran potencial como herramienta de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero

jueves 18 de octubre de 2018, 11:28h

Organismos científicos, universidades e investigadores de varios países se dieron cita el pasado 15 de septiembre en Sevilla en el marco del "Foro Mediterráneo sobre Producción Ecológica y Cambio Climático", en el que se dieron a conocer algunos datos referidos a la reducción de la huella de carbono por kilo de producto en diferentes sectores, destacando el olivar, cultivo que en ecológico consigue neutralizar la huella de carbono.

En el contexto de este encuentro, organizado por Ecovalia y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), se presentó el estudio “Producción Ecológica Mediterránea y Cambio Climático: Estado del Conocimiento”, realizado por la Cátedra de Producción Ecológica “Clemente Mata” de la Universidad de Córdoba.

Este trabajo, que puede descargarse de forma gratuita a través de la web de Ecovalia, concluye que el olivar ecológico contribuye a mitigar la emisión de gases de efecto invernadero principalmente a través del secuestro de carbono en el suelo, que puede tener una magnitud similar, en términos de CO2 equivalente, a la del resto de emisiones, por lo que puede ser un cultivo neutro en carbono.

El elevado secuestro de carbono en ecológico se produce gracias a la aplicación de cubiertas vegetales, restos de poda y enmiendas orgánicas. Las tres prácticas tienen un alto potencial de secuestro de carbono, y todas ellas se basan o pueden basarse en recursos de la propia finca, como el alperujo compostado aplicado como enmienda orgánica. Esto significa, según el informe, que estas prácticas no dependen de fuentes externas, que podrían estar limitadas a nivel local, así que pueden extenderse por todo el territorio.

Asimismo, el estudio destaca que las huellas de carbono negativas en ecológico no siempre se producen, ya que hay casos en los que no se aplican prácticas de manejo como las cubiertas vegetales. “Existe, por tanto, un gran potencial para reducir aún más la huella de carbono del manejo ecológico si estas prácticas se expanden aún más”, añade.

Carencias en la información disponible

Por otro lado, el estudio concluye que existe una gran heterogeneidad distribución geográfica de los estudios sobre emisiones en olivar, con más de la mitad de los estudios a nivel global situados en Andalucía, y ninguno fuera de la Cuenca Mediterránea. Solo se han realizado estudios sobre olivar ecológico en España, Italia y Grecia. Existe, por tanto, la necesidad de más investigación en otras situaciones geográficas.

A su vez, existe una notable carencia de mediciones en campo de N2O en olivar, con solo dos estudios, todos realizados en España y ninguno en Andalucía, la principal región productora. Esta falta de datos es común a todos los cultivos leñosos, lo que indica que “debe realizarse un notable esfuerzo para incrementar la investigación en este ámbito”, según el estudio.

El informe también detalla que el secuestro de carbono es el proceso relacionado con las emisiones de gases de efecto invernadero que más se ha estudiado en olivar. Los estudios indican que existe una alta respuesta del carbono del suelo a los cambios de manejo en el olivar, con tasas de secuestro muy elevadas relacionadas con la implantación de cubiertas vegetales, enmiendas orgánicas y la combinación de ambas.

Finalmente, considera que pese a la relativa abundancia de análisis de ciclo de vida sobre olivar y sobre aceite de oliva, existen muy pocos estudios que integren el secuestro de carbono en los balances completos de emisiones. Estos estudios muestran que el secuestro de carbono es el proceso dominante en el balance de emisiones del olivar, lo que indica que su omisión resulta en un importante sesgo metodológico en los resultados obtenidos, perjudicando generalmente al manejo ecológico.