Así se desprende del Informe Económico 2018 publicado por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), que analiza los diferentes subsectores de la industria alimentaria.
En concreto, este estudio recoge que entre enero y noviembre de 2018, el consumo per cápita de aceite fue de 11 kg., mientras que el gasto se situó en 31,9 euros. Por tipos de aceite, en el caso del aceite de oliva virgen el consumo per capita fue de 1,2 kg. y el gasto de 4,6 euros; de AOVE se situó en 2,4 kg. y 10,5 euros; y de aceite de oliva en 3,5 kg. y 12,3 euros.
El informe de FIAB también resalta que el segmento de los aceites ha experimentado en 2018 una de las peores campañas exportadoras de los últimos años. La fuerte contención de los precios, en torno al 6%, no ha impedido el desplome de las ventas externas, cuyo valor ha retrocedido con relación al año anterior más de un 12%, retornando a niveles incluso inferiores a los alcanzados en 2016. A su juicio, tampoco el mercado local se ha mostrado estimulado por la contención de los precios medios de venta, reducidos en un 1,9%, lo suficiente como para poner freno a una tendencia decreciente como la que determinan los índices de producción industrial.
Este contexto, según FIAB, ha originado un deterioro de la cuenta de resultados de las empresas capaz de amedrentar las iniciativas inversoras, que se han visto limitadas a 191 millones de euros –aproximadamente un 14% por debajo de los niveles del ejercicio previo-, en un marco en el que, pese a que las cifras de negocio se han desplomado más de un 15%, los salarios medios han experimentado recortes de reducida cuantía, poniéndose de manifiesto los esfuerzos inusitados que se están realizando para que esta industria recupere su fortaleza.