En un comunicado, la organización agraria ha precisado que la situación comienza a ser preocupante, porque lo que se preveía como una cosecha media puede transformarse en media-baja.
“La ausencia de precipitaciones unida a las altas temperaturas ha provocado que el olivo tire más fruto de lo esperado, dándose problemas de cuajado irregular y zonas con flores totalmente abortadas donde no merecerá la pena recoger la cosecha”, ha explicado.
Con estas previsiones y ante la “ilógica” situación de los precios en origen del aceite de oliva, “nuestra cosecha es la que permitirá abastecer el mercado”, por lo que COAG-Andalucía ha recomendado “no ceder a las maniobras especulativas y no malvender el producto”.
Situación por provincias
La organización ha detallado que en Jaén se ha perdido en torno al 50% del fruto. Los secanos (que suponen la mitad del olivar de la provincia) presentan desde cosecha nula hasta la mitad de una cosecha media; mientras que la zona de regadío se encuentra “algo mejor”, aunque después de un cuaje bueno también se están abortando frutos. Dependiendo de la dotación de agua que haya cuando se comience a regar, el rendimiento puede variar, pero la previsión, a su juicio, es puede estar entre un 50% y la normalidad.
En la provincia de Sevilla, COAG-Andalucía ha indicado que se da una situación similar, y las expectativas son de cosechas medias bajas o muy bajas, con mucho azofairón.
Asimismo, en Málaga también prevé que la cosecha puede reducirse a la mitad de un año normal; y en Cádiz, de momento, la pérdida puede rondar el 30%.
Por lo que respecta a Córdoba, según la organización, existen situaciones dispares en las distintas comarcas, con mejor situación en la zona de la Subbética (porque sus variedades son más tardías y su floración y cuaje de momento son normales) y en el Medio Guadalquivir, que al disponer de riego soporta mejor la ausencia de lluvias, pero que aún así presenta una floración y polinización inferior respecto a un año normal, con una merma que ronda el 10%.
En la zona de Los Pedroches, debido a la escasa pluviometría, ha asegurado que los olivares están prácticamente vacíos, con escasa floración y cuaje irregular, al igual que en Sierra Morena, aunque sus suelos son algo más fértiles y han tenido mayor floración. A su vez, en el Alto Guadalquivir y la Campiña, zonas prácticamente de secano, el olivar presenta más hojas que floración, y la escasez de lluvia y las altas temperaturas han afectado al cuajado, por lo que espera mermas que rondarán el 20%.
