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La recolección de la aceituna en tiempos de COVID-19: un nuevo desafío para el sector oleícola

La recolección de la aceituna en tiempos de COVID-19: un nuevo desafío para el sector oleícola

viernes 11 de septiembre de 2020, 12:14h

A falta de pocas semanas para que comience la recolección y molturación de la aceituna y ante la actual crisis ocasionada por el COVID-19, hemos querido conocer cómo afronta el sector oleícola la próxima campaña 2020/21. Así, productores, industriales, expertos y operadores destacan la incertidumbre derivada de la situación sanitaria y apuestan por extremar las medidas de seguridad para evitar que se paralice la recolección, molturación y comercialización.

Para ello les hemos preguntado:

  1. ¿Cómo afronta la próxima campaña y qué consecuencias puede tener esta situación en la evolución de la misma?
  2. ¿Qué medidas pueden ayudar a que la campaña se desarrolle dentro de la mayor normalidad posible?

Rafael Sánchez de Puerta
Presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Cooperativas Agro-alimentarias de España

“Tanto en el campo como en las cooperativas vamos a tratar de extremar las medidas de seguridad”

1. Afrontamos la campaña con mucha incertidumbre y preocupación. Tanto en el campo como en las cooperativas vamos a tratar de extremar las medidas de seguridad, establecer grupos dentro de las cuadrillas y turnos en los trabajadores de las almazaras para evitar contagios y que si una persona da positivo no tenga que paralizarse la actividad. Nos preocupa la disponibilidad de mano de obra, es algo que puede complicar la recolección de aceituna en muchas explotaciones.

2. Es necesario que se puedan compatibilizar las ayudas que se reciben con el trabajo de recolección, si no no vamos a tener mano de obra. Este año se ha complicado la contratación en origen y es imprescindible que se incentive desde las propias administraciones para disponer de trabajadores. Y por supuesto agilidad y poner a disposición de los trabajadores las pruebas de PCR para que a la mínima sospecha y si alguno da positivo se le separe del grupo y no impida la actividad.

José Ramón Díaz
Responsable Técnico de Materias Grasas de Asaja Nacional

“Nos da miedo que no se desarrolle con normalidad, que pueda faltar mano de obra o que los casos positivos condicionen el funcionamiento de la campaña”

1. Desde Asaja afrontamos al campaña con mucha incertidumbre. Hemos participado en las mesas constituidas para preparar esta campaña tan especial y en la elaboración de los protocolos de las Comunidades Autónomas (distancias de seguirdad, EPIs, cuadrillas separadas, etc). Los conocemos y les hacemos partícipes a los agricultores y también a las empresas que trabajan con nosotros y que hacen prevención de riesgos laborales. Nosotros nos encargaremos de hacer test a nuestros trabajadores fijos, distribuirlos en cuadrillas burbuja y proporcionar EPIs… con el incremento de costes que eso supondrá para el productor.

No obstante, tenemos mucha incertidumbre en aspectos concretos como son los trabajadores eventuales o los irregulares (¿Quién les hace los PCR? También tenemos serias dudas sobre casos concretos como es la aparición de un positivo en una almazara. ¿Cómo se actuaría? ¿Se cerraría la almazara? Y entonces, ¿se paraliza la cosecha? Son dudas que aún quedan por aclarar.

2. Hemos pedido que para los trabajadores eventuales se encarguen los albergues a Cruz Roja o a otras entidades el seguimiento de los mismos, y que se les realicen PCR antes de acudir a la explotación. Hemos visto lo que ha ocurrido en otras campañas de recolección como la de fruta de hueso este verano y queremos aprender de los errores, porque se trata de una campaña enorme y nos da miedo que no se desarrolle con normalidad, que pueda faltar mano de obra o que los casos positivos condicionen el funcionamiento de la misma. Pedimos la máxima colaboración de las administraciones para ayudarnos en los aspectos que no sean competencia estricta nuestra.

Carlos Mateos
Responsable Técnico del Sector del Aceite de Oliva de COAG

“El COVID-19 puede llegar a alterar completamente el ritmo de la recolección”

1. Los olivareros afrontan la campaña con mucha incertidumbre por la evolución de la cosecha, que ya se ve muy afectada por la sequía prolongada y que puede mermarla. A esto se une una situación del mercado con unos precios hundidos y un incremento de costes por las medidas preventivas por el COVID-19 y sus efectos en el ámbito laboral, que pueden llegar a alterar completamente el ritmo de la recolección, paralizándolo totalmente si proliferan los casos positivos y se hace necesario el aislamiento de cuadrillas completas o de personal de almazaras durante el período de cuarentena.

2. Las explotaciones olivareras tienen que tener claro cómo va a funcionar el protocolo de aislamiento en caso de que se dé un positivo en la cuadrilla de recolección, para evitar interrumpir las tareas lo mínimo posible y que pueda continuar los trabajos el resto de la cuadrilla.

Las administración debe hacerse cargo del coste de las pruebas PCR que se tenga que realizar a personas trabajadoras temporales y debe de haber flexibilidad en la aplicación del plan de contingencia en las explotaciones, pero a la vez debemos tener una normas claras de funcionamiento adaptadas a las condiciones particulares de la recolección en las explotaciones olivareras.

En cuanto a los alojamientos, existe un problema de disponibilidad en muchas explotaciones, por lo que las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos deben tener un plan para dimensionar adecuadamente la red de albergues públicos de uso temporal y habilitar espacio suficiente para asegurar a la personas trabajadoras temporales un entorno seguro frente al COVID-19.

Cristóbal Cano
Secretario de Aceite de Oliva de UPA

"Estimamos que serán necesarios más de 9 millones de jornales en la próxima campaña"

1. Afrontamos la campaña con una enorme incertidumbre por desarrollarla en un contexto totalmente nuevo, con una pandemia que sin duda va a marcar su desarrollo.

La campaña de recolección de la aceituna en Andalucía tiene una enorme repercusión económica y social. No en vano estimamos que serán necesarios mas de 9 millones de jornales en la próxima campaña, algo más de 4 solo en la provincia de Jaén. Además se caracteriza por una enorme movilidad de personas tanto de nuestros vecinos como de temporeros que vienen de fuera de nuestra región e incluso de terceros países.

2. Destacamos en primer lugar la necesidad de un protocolo específico para la campaña de recolección de la aceituna que venimos reclamando desde hace tiempo y que a día de hoy la Administración competente, la Junta de Andalucía, aún no ha desarrollado.

También hemos pedido, en este caso al Gobierno de España, medidas excepcionales de flexibilización para trabajadores que estén cobrando alguna prestación derivada de la pandemia, por ejemplo de un ERTE o eventuales nuevas ayudas que puedan implementarse como las concedidas a autónomos por su cese de actividad, mediante las cuales puedan compatibilizar con el trabajo en la campaña de recolección. De esta forma podríamos suplir una eventual falta de mano de obra y tanto las arcas públicas (mediante las cotizaciones) como los trabajadores verían incrementados sus ingresos y tendríamos mano de obra a disposición de los empresarios agrícolas en nuestros pueblos.

Es también muy importante reforzar los albergues para temporeros, con un aumento de financiación y de las instalaciones siempre con las medidas de seguridad presentes. Además se debería reforzar la atención primaria en nuestros centros de salud con una ampliación del horario por las tardes. También pedimos la puesta en marcha de pruebas PCR por parte de la Administración autonómica a todos los temporeros que se incorporen a la campaña.

Por ultimo, queremos también incidir en los efectos de la pandemia que pueden repercutir en la industria implicada en la campaña, desde las almazaras hasta las extractoras donde se tratan los subproductos, especialmente el alpeorujo. Se han de establecer normas que hagan que la campaña se desarrolle dentro de la máxima normalidad posible en estos tiempos tan difíciles.

Enrique Delgado
Secretario General de Infaoliva

“Adoptando las medidas necesarias saldremos adelante”

1. Desde las almazara industriales estamos preparados con todos los medios para afrontar lo que sin duda será una campaña atípica. Es verdad que existe una preocupación añadida por el COVID-19, pero adoptando las medidas necesarias por parte de todos, seguro que saldremos adelante.

No tiene porque haber ninguna incidencia especial, salvo las puntuales, al igual que en el resto de los sectores. Si desde el principio se toman las precauciones debidas, se desarrollará de forma normal, eso sí, siempre con el temor de la pandemia.

2. En Andalucía, al igual que en el resto de España, tanto las Comunidades Autónomas, como el Gobierno central han dictado o dictará normas para la industria agroalimentaria y lógicamente poniendo todos de nuestra parte, será una campaña más, aunque dentro de un contexto distinto.

Jesús Cuervas
CEO de Jesús Cuervas, Aceites y Derivados

“El sector productor sabrá demostrar su profesionalidad en estas difíciles circunstancias”

1. Creo que en general la sociedad tiene que admitir que el riesgo cero no existe y que tenemos que seguir adelante, tomando todas las precauciones que estén a nuestro alcance, pero hay que seguir trabajando. En mi opinión, esa es la actitud que veo en el sector productor ante la nueva campaña: hay que recoger la aceituna y así lo van a hacer. La profesionalidad y eficacia del sector productor es bien conocida y seguro que sabrá demostrarlo de nuevo en estas difíciles circunstancias.

2. Creo que habría que tener especial cuidado en el transporte de jornaleros al campo y también evitar los encuentros en las cooperativas una vez terminada la jornada y entregada la aceituna. En el campo es más fácil mantener la distancia de seguridad.

Antonio Luque
Presidente de Dcoop

“Esperemos que no se tenga que ralentizar la recolección, molturación y comercialización, máxime con la situación de precios bajos”

1. Esperemos que la incidencia sea la mínima posible. Para ello hay que tener en cuenta dos cuestiones muy claras: que la normativa legal sea perfectamente clara, para que todos sepamos a qué atenernos en cuanto a obligaciones y recomendaciones; y que la campaña se prepare bien en todos los eslabones, para que la afección sea la menor posible. En esa línea estamos en el Grupo Dcoop, analizando las diferentes variables, informando y formando. Esperemos que no se tenga que ralentizar la recolección, molturación y comercialización por esta circunstancia, máxime con la situación de precios bajos.

2. Insisto en la planificación y prevención, y en esa línea llevamos trabajando en Dcoop desde que se inició la pandemia. Aplicamos protocolos preventivos como la toma de temperatura al entrar, el fomento del teletrabajo, la colocación de mobiliario para el distanciamiento social, el impulso a las reuniones telemáticas, evitar los contactos interpersonales innecesarios, la configuración de turnos… en definitiva, todo lo que se obligue, recomiende y sea posible aplicar para tratar de conseguir el mínimo impacto.

Antonio Gallego
Director Comercial del Grupo Migasa

“Debemos concienciarnos de que todo está en nuestras manos para que nuevos casos y eventuales rebrotes no afecten a la recolección”

1. Esperemos que la situación del COVID-19 no afecte a la recolección, que es una actividad esencial de la cadena de abastecimiento alimentario. Para ello, debemos contar con la responsabilidad de los trabajadores del campo y con los medios facilitados por los propietarios para dar cumplimiento a las medidas vigentes en cada momento. Dentro del difícil control que conlleva la gestión de casos en esta pandemia y aunque el Ministerio de Agricultura ha publicado una interesante guía, debemos esforzarnos como si todo dependiese de nosotros mismos y concienciarnos que todo está en nuestras manos para que nuevos casos y eventuales rebrotes no afecten a la recolección.

2. Información y conocimiento. Debemos seguir las recomendaciones de las autoridades que son las que mejor conocen el problema. Es muy importante, en la medida de lo posible, tener varias cuadrillas de trabajo que sean independientes, para que un caso positivo en una de ellas no signifique la paralización de toda la recolección.

Hay empresas que han dado casos positivos de COVID-19 y no por eso han parado su trabajo. Todo esto se consigue con planificación previa y seguimiento de las recomendaciones de la autoridades.

Juan Gadeo
Presidente de Grupo Interóleo

“El adelanto del inicio de la recolección va a ser fundamental para minorar los posibles riesgos de situaciones indeseadas”

1. Desde el Grupo Interoleo estamos asesorando a todos nuestros socios sobre todas aquellas normativas y pautas que deben seguir para una adecuada recolección de la próxima campaña con el fin de que se pueda afrontar con todas las garantías posibles de seguridad. Somos conscientes de que nos enfrentamos a una situación nunca vista antes, por lo que habrá que tener la paciencia y responsabilidad necesaria por parte de agricultores, cooperativas y almazaras para que el desarrollo de la recolección se produzca con la mayor normalidad posible. El sector productor demostró en los peores meses de la pandemia (marzo y abril) que sabe enfrentarse a situaciones limite. Los 32 socios de Interóleo y todo el equipo humano tanto del grupo como de sus socios demostró su gran capacidad de adaptarse a la nueva situación sin dejar de atender la actividad diaria. Fueron meses de mucha tensión y nerviosismo y a pesar de ello desarrollaron su actividad sin que influyera en la carga de cisternas ningún día durante todo el estado de alarma. En aquellos días, además, había más desconocimiento sobre la situación que en la actualidad. Por eso creemos que la recolección del fruto y elaboración de aceites también se producirá adecuadamente. Todos nuestros socios así como la propia Interóleo estamos desarrollando los planes de contingencia adecuados para que esto sea así.

2. El adelanto del inicio de la recolección va a ser fundamental para minorar los posibles riesgos de situaciones indeseadas. Seguramente a primeros de noviembre la gran mayoría de socios de Interóleo estarán recolectando el fruto, lo que supondrá el adelanto de entre 20 y 30 días sobre campañas anteriores. Esta medida tendrá un doble efecto: evitar en todo lo posible alargar mucho la recolección y llegar a finales de diciembre con la campaña muy avanzada o casi terminada para intentar evitar posibles contagios en la época de gripe y que pueda colapsar la recolección. Por otro lado, permitrá obtener aceites de mayor calidad, lo que redundara en mejoría de precios para el agricultor.

Francisco Alcántara
Gerente de Aceite Periana-SCA Olivarera y Frutera San Isidro

“La escasez de personal cualificado en el proceso de molturación es una debilidad ante una pandemia”

1. Respecto a la recolección es cierto que nuestra zona, alta Axarquía malagueña, se caracteriza por un olivar de montaña en el que la dificultad y el grado de experiencia necesario para abordar su recolección hace que se empleen cuadrillas muy estables, mayoritariamente afincadas en nuestro entorno. Esto facilita una escasa movilidad, limitación de contactos y la gestión de brotes pero limita mucho la disponibilidad de mano de obra.

En cuanto al proceso de molturación, todos conocemos la escasez de personal cualificado, esta falta de recursos es una debilidad tremenda ante una pandemia.

Con estos rasgos mostramos una profunda inquietud respecto a la inminente campaña que se nos avecina, teniendo en cuenta que en un escenario muy adverso podría llegarse a la paralización de la recolección y consecuentemente de la molturación.

2. Son necesarias medidas generales de higiene, mantener distanciamiento social, uso de mascarillas y registro previo de temperatura; así como medidas específicas dirigidas a facilitar la formación de grupos de trabajo autónomos y aislados (cuadrillas de temporeros, tractoristas, gestión de patio, molienda, bodega, envasado y administración) de manera que eviten contacto con otros grupos de trabajo.

En el aspecto productivo, una cooperación en el sector que permita desviar la recepción y molturación en caso de paralización de la actividad por confinamiento.

Juan Morales
Morales Navas Comercial Aceitera, S.L.U.

“La disponibilidad de personal y cuadrillas de recogida con menores números de integrantes influirán mucho en el ritmo de recolección”

1. La campaña de molturación tiene que moverse en la misma línea que las anteriores, al ser un producto de primera necesidad, pero eso no exime de que los plazos de recogida del fruto durante la campaña sean mayores que en otras ocasiones. La disponibilidad de personal de otras zonas para la campaña olivarera y cuadrillas de recogida con menores números de integrantes influirá mucho en el ritmo de recolección en comparación con otros años.

La incidencia del virus principalmente sobre las cuadrilla de recogida puede provocar que sea más lenta, pero ante el preocupante escenario económico en que nos encontramos nadie dejará fruto colgado en el campo siempre que estemos en unos precios rentables para el agricultor.

2. Tanto cooperativas como almazaras tendrán que ampliar sus horarios de recepción de aceitunas y reorganizar con los agricultores la entrega. Los agricultores tendrán que cumplir rigurosamente todas las medidas internas impuestas en cada punto de recepción; que irán enfocadas a limitar el número de agricultores pueden entrar a la vez dentro de la zona patio y zonas comunes. Realizando un riguroso seguimiento sobre distancias de seguridad oportunas, un estricto control y desinfección de las zonas comunes.

Rafael Alonso Barrau
Director comercial y de exportación de Oro del Desierto

“El olivar es uno de los lugares al aire libre más seguros donde se puede trabajar si se tiene el debido cuidado”

1. Afrontamos la campaña con optimismo y entusiasmo, como siempre, nosotros somos así por naturaleza... ¿Si no, cómo habríamos emprendido un proyecto de olivar en el desierto? Bromas aparte, esperamos que todo se desarrolle con buen pie, somos un equipo pequeño de gente y esperamos poder mantener bajo control la situación para poder pasar una campaña atípica por la pandemia. De momento en nuestro entorno apenas ha habido incidencia del virus. En la finca, que es donde hay mano de obra extra para la cosecha, es donde observamos un poco más de riesgo, pero mecanizamos con empresas de servicios y maquinaria propia una gran parte de la cosecha y otra solemos contratar jornaleros del mismo pueblo que tienen su domicilio estable aquí mismo, con lo que esperamos no tener casos que obliguen a tomar medidas de aislamiento al ser un entorno cercano y controlado. Aún así somos optimistas, si algo ocurre intentaremos buscar soluciones apropiadas, ya que el campo no puede pararse por nada, tampoco por un virus... Ya lo vimos en marzo y así es como son las cosas. El olivar es uno de los lugares más seguros al aire libre donde se puede trabajar si se tiene el debido cuidado, por lo que no tiene porque haber problemas. Además, pienso en el agro almeriense, que estaba en invernadero en plena campaña en marzo de 2020 y apenas tuvo casos ni problemas en el punto álgido de la pandemia.

2. Es necesario dejar a los agricultores trabajar bien, con las debidas medidas de seguridad, pero con flexibilidad. Por otro lado, ayudar a quien esté en cuarentena con el salario proporcional por parte de la Seguridad Social y que no sea el empresario el que tenga que soportar esa carga, puesto que un agricultor tiene poco margen para tener que cubrirlo como si fuese una enfermedad laboral, el COVID-19 no lo es, es un problema de salud pública.

Por suerte nosotros no somos muy dependientes de mano de obra gracias a plantaciones preparadas para su mecanización casi total, pero entendemos que la gran mayoría del sector sí y por eso la Administración debería ser muy flexible con un sector importante y que debido a la coyuntura o estructura de precios no pasa por su mejor momento.

Gabriel Estévez
Responsable de Aceites de Grupo Sovena

“Quiero ser optimista y pensar que dentro de este entorno global de pandemia la campaña saldrá adelante sin mayores impactos negativos”

1. La situación es impredecible en ese sentido y por tanto es una campaña con incertidumbre añadida a los factores habituales (dimensión de campaña, factores climáticos, maduración del producto, carencia de mano de obra, etc.). Personalmente pienso que el trabajo en el campo no debería ser calificado de alto riesgo pero no hay duda que tanto el alojamiento, convivencia y desplazamiento de los trabajadores sí pueden ser considerados como tales. Quiero ser optimista y pensar que dentro de este entorno global de pandemia la campaña saldrá adelante sin mayores impactos negativos. Bastante tiene el sector de problemática en abierto para añadir esta situación, pero así vienen las cosas.

2. Creo que es más importante el estado general de la pandemia a nivel de poblaciones sobre la campaña en el campo que no al revés, por lo que diría que hay que seguir las mismas normas que las autoridades sanitarias han y seguirán recomendando en nuestras prácticas diarias durante los próximos meses hasta la llegada de una posible solución inmunológica (vacuna).

Belén Luque
Presidenta de Acora

“La recolección en el olivar no es ajena a la pandemia aunque tiene unas características que hace que la afectación sea diferente”

1. La recolección en el olivar no es ajena a la situación global de pandemia en la que nos encontramos aunque tiene unas características que hace que la afectación sea diferente. Así, el altísimo número de temporeros procedentes de otras campañas de recolección en otras regiones es un riesgo que se debe tener en cuenta. La propia campaña, muy intensiva en horas de trabajo (se trabaja 24/7) hace que cualquier parada obligatoria sea muy perjudicial. Además, la falta de mano de obra especializada en las almazaras implica que la sustitución por baja o confinamiento debido a un contagio sería muy complicada.

2. Las medidas deben tener en cuenta todos estos aspectos e intentar hacer grupos burbuja aislados del resto de trabajadores tanto en el campo como en la almazara para que un posible contagio no implique el cierre de una cuadrilla completa o de una instalación industrial.

Por supuesto, hay que seguir todas las recomendaciones de las autoridades en cuanto a medidas de separación, limpieza de utensilios, medidas de higiene de mano, no compartir nada, etc.

José María Penco
Director de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO)

“Una medida recomendable esta campaña es el adelanto de la recolección puesto que quien antes salga al campo, más tiempo tendrá para resolver posibles incidencias”

1. No cabe duda que nos enfrentamos a una campaña distinta y atípica, pero las consecuencias sobre la recolección y molturación de la aceituna dependerán del alcance real de la pandemia en el periodo octubre-febrero, el cual es incierto.

En cualquier caso debemos estar preparados para que, con mayor o menor frecuencia, afrontemos las incidencias en las cuadrillas de recolección y en los equipos de molturación de las almazaras. Todas las medidas de prevención entre trabajadores, y entre ellos y los cosecheros/socios que entreguen las aceitunas serán pocas.

2. Además de tomar el máximo número de medidas preventivas según indiquen las autoridades y con el máximo rigor, pensamos que una medida absolutamente recomendable esta campaña es el adelanto de la recolección puesto que quien antes salga al campo, más tiempo tendrá para resolver posibles incidencias que le frenen las tareas.

Por otro lado, en las almazaras sería aconsejable crear grupos de molturación aislados entre sí en el tiempo y en el espacio, de forma que si un grupo de trabajo se ve afectado por positivos, pueda continuar el otro.

Además, y ya en el caso extremo de que por contagios se tenga que suspender la molturación, debería existir solidaridad entre almazaras/cooperativas cercanas de forma que se pueda molturar esa aceituna entrante en una fábrica vecina.

Gonzalo Guillén
Consejero delegado y director general de Acesur

“Un adelanto de la recolección ayudará a no saturar campos, almazaras y bodegas en el mes de diciembre”

1. Lo afrontamos con prudencia y preocupación. Claramente la situación actual es delicada, pero entendemos y confiamos en que tanto los agricultores como las cooperativas y fabricantes implementarán las medidas necesarias para que la campaña se pueda desarrollar de manera adecuada. Este sector ya ha demostrado muchas veces su profesionalidad y su preparación para afrontar momentos complicados y en este caso volverá ha hacerlo.

2. Además de un protocolo claro de acción que anteponga la seguridad, serán necesarias “cuadrillas” más pequeñas y más atomizadas. Además, entendemos que un adelanto de la recolección ayudará a no saturar campos, almazaras y bodegas en el mes de diciembre.

Manuel Heredia
Propietario de Cortijo de Suerte Alta

“El COVID-19 obliga a todo el sector a establecer protocolos muy estrictos para evitar paradas en cascada”

1. La gestión del COVID-19 en la próxima campaña obliga a todo el sector a establecer protocolos muy estrictos para evitar paradas en cascada. Si una orujera tiene que parar, afectará a todas las almazaras que entregan allí su orujo, y si una almazara se tiene que detener bloqueará a todos los agricultores que llevan allí su aceituna. Si lo hacemos bien, serán casos puntuales y momentáneos, y la recolección puede verse retrasada y algo afectada en calidad, pero no sería un desastre global.

2. En Suerte Alta, hemos establecido medidas mucho mas estrictas que las que teníamos durante el confinamiento: prohibición total de visitas externas, tanto a almazara como a finca; distribución del personal en equipos o cuadrillas separadas, física o temporalmente, para evitar en todo momento contactos estrechos entre ellos, para prevenir que un positivo afecte a toda la plantilla de la empresa; uso de mascarilla por el personal en todo momento y gel individual por empleado; y la toma de temperatura diaria del personal. Si dispusiéramos en el mercado de test rápidos y fiables de saliva, estableceríamos un muestreo durante la recolección.

Si pensamos en los posibles riesgos de contagio en la campaña, creo que los principales vienen del entorno familiar, de transporte o de alojamiento y de una serie de hábitos sociales en el trabajo y los descansos. En el caso de recolección con temporeros, este riesgo puede incrementarse dependiendo del alojamiento y su transporte. Debemos revisar cómo nos afecta a cada empresa cada uno de ellos.

Las labores en el campo en recolección favorecen un distanciamiento entre trabajadores. El mismo vareo, el movimiento y extensión de fardos, el uso de tractores y remolques exigen una separación entre operarios que ayudan a su distanciamiento. En almazara, la actividad es bastante aislada y los maestros y personal suelen realizar sus trabajos en solitario. En las envasadoras automáticas las distancias también son amplias entre operarios. Es importante que en nuestros protocolos esto esté muy especificado pues la determinación de los posibles contactos “estrechos” son claves en el caso de un positivo en una empresa.

Una de las cosas mas divertidas en la recolección son las paradas a media mañana para tomar el bocadillo y las comidas, donde se bromea y se comparten aperitivos, zumos y bebidas. Muchos noviazgos han salido de ellas. Este año, van a tener que ser con mascarilla y sin pasarse las aceitunas, ni la bota de vino, ni el botijo del agua. Cada mochuelo en su olivo.

Juan Vilar
Analista oleícola internacional, CEO de Juan Vilar Consultores Estratégicos y profesor permanente de la UJA

“La actual situación afecta más al olivar tradicional por la mayor necesidad de mano de obra en el desarrollo de la campaña”

1. Históricamente jamás se había producido una situación como la actual, que afecta más al olivar tradicional que al moderno por la mayor necesidad de mano de obra en el desarrollo de la campaña. En lo que se refiere a las previsiones, a nivel mundial esta campaña será aproximadamente un 3,3% superior a la anterior, lo que tendría una potencial incidencia en la tendencia de las cotizaciones vía oferta, demanda, etc., Pero teniendo en cuenta el riesgo que la situación implica y que el efecto es superior en el olivar tradicional, hemos de ser prudentes y no hacer análisis de tendencias arriesgadas mientras no veamos como gradualmente se desarrolla la campaña.

2. En este caso debemos de aprender del Hemisferio Sur (Australia, Chile, Argentina, etc.) que ya han experimentado su primera campaña en situación excepcional provocada por el COVID-19. Las medidas son sencillas, trabajar en el campo de forma confinada y sin contacto con el exterior, como si trabajáramos en una atmósfera controlada, y solo teniendo contacto entre los implicados, garantizando que todo aquel que tenga relación con el equipo de recolección (transportistas o conductores de maquinaria de recolección, todos ellos externos) cuenten con la plena seguridad de que no estén contagiados. Cada potencial contacto con el exterior no controlado pone en riesgo el buen fin del trabajo del equipo, y por ende la recolección.

José Manuel Bajo Prados
Secretario General del Consejo Regulador de la DOP Baena

“Estamos preocupados por la dificultad de contar con suficiente mano de obra disponible para la recolección"

1. Sin duda, una de las principales incógnitas será cómo se desarrollará la próxima campaña intentando evitar contagios del COVID-19. Además, se prevé una producción abundante, lo que requerirá de una importante intensidad en las labores de recolección y molturación.

Desde las distintas organizaciones e instituciones venimos trabajando en la implementación de medidas que garanticen la seguridad en las labores de recolección así como en las industrias de transformación y envasado. La parte positiva es que algunas de estas medidas, sin ser sencillas, ya han tenido su desarrollo, entre otros, en el sector de la fruta en estos últimos meses.

No obstante, estamos preocupados por la repercusión que esta epidemia pueda tener en las labores antes mencionadas, así como en la dificultad de contar con suficiente mano de obra disponible para la recolección.

2. Las medidas deben pasar por la responsabilidad individual de los trabajadores y los empresarios, en el cumplimiento de las medidas de seguridad que se establezcan para que no se propaguen los contagios.

Dichas medidas, algunas de las cuales se están terminando de implementar, buscan establecer entornos seguros de trabajo, limitando al mínimo los contactos dentro de las explotaciones e instalaciones de transformación y envasado, lo que permitirá que, en caso de que algún trabajador de positivo, la actividad no se detenga.

Miguel Ángel Rodríguez
Quality Manager de Aceites García de la Cruz

“Un mal control de la gestión de cuadrillas podría paralizar la recogida y provocar graves problemas”

1. La próxima campaña la afrontamos con preocupación. Las consecuencias que podemos tener en la recolección del fruto, es que en nuestro caso, la mayor parte de olivar es de cultivo tradicional, el cual hace necesario utilizar cuadrillas de entre 6 y 8 personas para poder hacer la recolección. Un mal control de la gestión de cuadrillas, podrían paralizar la recogida y provocar graves problemas. Por otro lado, en la almazara existen factores de riesgo que nosotros no podemos controlar, como es la entrada diaria en nuestras instalaciones de agricultores a hacer entrega de sus aceitunas. En resumen, nos espera una campaña un tanto complicada.

2. Tenemos que hacer protocolos estrictos y específicos del sector. Control de temperatura a todo el personal que interviene en el proceso, que va desde el campo hasta la industria. Si bien es cierto que en la industria llevamos desde el inicio de la pandemia utilizando protocolos y concienciando al personal de los riesgos, consiguiendo que se haya podido trabajar con total normalidad.

Soledad Serrano
Gerente de Finca Duernas

“Estamos expectantes e inquietos por hacer las cosas lo mejor posible”

1. Estamos expectantes e inquietos por hacer las cosas lo mejor posible. El sector primario ha trabajado durante la crisis y los trabajadores son muy prudentes. Además, es un trabajo al aire libre y las distancias son amplias, por lo que estamos esperanzados de que esto pueda jugar a nuestro favor.

2. La autoridades aún no se han pronunciado respecto al establecimiento de medidas específicas para el sector del olivar, que cuando se adopten acataremos. Este año no tendremos cuadrilla que pernocte en la finca, sino que procederá de pueblos colindantes. Tampoco vendrán más de tres personas en un solo vehículo y cada trabajador tendrá su instrumento para la recolección, que posteriormente se deberá limpiar y desinfectar. Los grupos van a ser siempre estables, vendrán con mascarilla y realizarán los almuerzos por separado.

Las cuadrillas serán siempre iguales, uniformes y pequeñas para que en caso de que se detecte un positivo sea más fácil acotar el círculo.

Francisco Serrano
Presidente de Almazaras de la Subbética

“Vamos a establecer medidas de seguridad en todos los puntos de recepción y puestos de trabajo”

1. Estamos muy preocupados con la situación. Vamos a enviar a todos los agricultores un protocolo sobre cómo tienen que hacer las cosas para intentar evitar, dentro de lo posible, cualquier contagio.

2. Vamos a establecer medidas de seguridad en todos los puntos de recepción y puestos de trabajo. Lo único que podemos hacer es prevenir.