Estas cifras, según ARGOS, consolidan a Brasil como el segundo mercado importador de aceite de oliva más importante del mundo, solo por detrás de Estados Unidos. Además, ha asegurado que la pandemia no ha tenido ninguna influencia negativa en las cifras de importación por parte del país sudamericano, tal y como se preveía en los primeros meses del año.
En valor, las importaciones brasileñas de aceite de oliva alcanzaron 422,15 millones de dólares en 2020 frente a los 401,21 millones de dólares de un año antes.
El factor principal del aumento porcentual del volumen importado fue la caída de los precios del aceite en el mercado internacional, que registraron una disminución de alrededor del 20% con relación a los de 2019.
Asimismo, ARGOS ha destacado la devaluación de un 23% de la moneda brasileña (real) frente al dólar. “Si nuestra moneda no se hubiera depreciado en ese período, Brasil estaría en condiciones de importar en 2020 alrededor de 120.000-130.000 toneladas de aceite de oliva, lo que demostraría todo el potencial del país como creciente mercado para el aceite de oliva”, ha precisado el presidente de la asociación, Guajará de Jesús Oliveira.
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