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El Olivo del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba: historia de un ejemplar centenario

El Olivo del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba: historia de un ejemplar centenario

Belaj1, F. J. Gómez-Gálvez1, A. Serrano-Gómez1, J. C. Hidalgo1, J. J. Hidalgo1 V. Vega1, I. J. Lorite1, M. P. Aguilera2, B. Jiménez3, J.M. Penco4, R. de la Rosa1

jueves 17 de marzo de 2022, 13:39h

El Olivo del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba, por el entorno extraordinario en el que se encuentra, su lucha cotidiana por la supervivencia y su longevidad, ha sido merecidamente considerado olivo de interés histórico y cultural, incluyéndose entre los olivos monumentales de España. A pesar de su gran importancia simbólica y de conocerse con exactitud su fecha de plantación (1741), aún se desconocía de qué variedad de olivo se trata. Por ello, un grupo de investigadores y técnicos del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria de la Junta de Andalucía (IFAPA), en colaboración con la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), se propuso identificar y estudiar el Olivo del Patio de los Naranjos.

Este estudio forma parte de un proyecto continuo del Banco de Germoplasma Mundial de Olivo (BGMO) del IFAPA que persigue la búsqueda, identificación, conservación y estudio de las variedades locales andaluzas, españolas y del resto del mundo. Para llevar a cabo la identificación varietal se realizó un muestreo, de frutos y hojas del Olivo del Patio de los Naranjos. Las características morfológicas de los frutos y especialmente de los huesos se han considerado tradicionalmente de gran utilidad para discriminar variedades de olivo. Sin embargo, en los últimos años, el empleo de nuevos marcadores de ADN llamados EST-SNPs está posibilitando una identificación más objetiva y sistemática del gran número de variedades conservadas en el BGMO. Hasta la fecha, el uso de un set de 96 marcadores EST-SNP ha permitido la identificación de más de 600 variedades de olivo y esta gran base de datos será el punto de partida para la identificación de nuestro celebre olivo.

El análisis de los datos de los marcadores de ADN reveló que la variedad a la que pertenece el Olivo del Patio de los Naranjos era probablemente una variedad conocida y de cierta relevancia a principios del siglo pasado, ya que la misma se pudo identificar en unos olivos de la serranía próxima a la ciudad, así como entre las variedades del BGMO procedentes del ya desparecido Jardín Varietal de la Estación de Olivicultura. Curiosamente, el mismo perfil genético de la variedad del Olivo del Patio de los Naranjos se encontró para “tomatillo”, una variedad cuyos frutos y huesos recuerdan al tomate, y de allí deriva su nombre. Este resultado tiene su posible explicación en los cambios leves (también llamados mutaciones) en los nucleótidos que forman el ADN de todos los seres vivos.

Cuanto más antigua sea la variedad, más posibilidades hay de que surjan y se acumulen estos pequeños cambios que en escasísimos casos, como el de la “tomatillo”, se traducen en diferencias morfológicas. Este hallazgo podría indicar que la variedad del Olivo del Patio de los Naranjos sea muy antigua y su propagación y cultivo a lo largo de los siglos haya dado lugar a las ya mencionadas mutaciones. Probablemente, desde estos tiempos antiguos esta variedad se ha ido difundiendo hacía otros lugares de la Península Ibérica y allá donde llegó a cultivarse fue “bautizada” con diferentes nombres. Prueba de ello es la identificación en el BGMO de la misma variedad con el nombre “hojiblanca de Navarrés”, una variedad local procedente de Valencia.

Además, nuestros datos moleculares y morfológicos revelaron que la variedad en cuestión también se encuentra en el sur y sureste de Portugal con el nombre “maçanilha Algarvia”. La denominación de la misma variedad con nombres diferentes es frecuente en olivo, dando lugar a la presencia de muchas sinonimias. Como ya se ha indicado anteriormente, la variedad a la que pertenece el Olivo del Patio de los Naranjos fue introducida en el BGMO desde la Colección de Jaén y lo hizo bajo el nombre “ocal”.

Sin embargo, para diferenciarla de otra variedad también llamada “ocal” (difundida en las comarcas sevillanas de Estepa y Campiña y en toda la provincia de Córdoba), a su nombre se le añadió un código del BGMO llamándola “ocal-25”. La denominación varietal “ocal” ha sido citada en varios libros antiguos y en concreto en olivares de Andalucía, especialmente de Córdoba y de los pueblos de la provincia. Según la Real Academia Española, el origen de la palabra ocal proviene de hueco y como adjetivo se usa especialmente para referirse a algunas frutas como la pera y la manzana para destacarlas como muy gustosas y delicadas.

Todo ello nos induce a pensar en la probabilidad de que “ocal” sea una denominación varietal genérica, es decir, el mismo nombre se les asigna a variedades diferentes (homonimia). Considerando todo lo antes mencionado, se lanzaron dos posibles propuestas para la denominación de la variedad del Olivo del Patio de los Naranjos, por un lado, y para diferenciarla de la otra variedad que lleva el mismo nombre, se sugirió añadirle a la denominación genérica “ocal” el apelativo “cordobesa” y alternativamente incluir el apelativo “qurtubia” a continuación del nombre “ocal”. Finalmente se decantó por denominar la variedad del Olivo del Patio de los Naranjos con el nombre “ocal cordobesa”.

En este sentido, no sería de extrañar que, en futuras prospecciones de variedades locales en Andalucía, encontráramos la misma variedad con otro posible nombre. Desde el punto de vista agronómico, esta variedad se considera de vigor alto, destinada a aceituna de mesa (aunque en algunos casos es de doble uso), productiva, poco vecera y sensible al repilo, mosca y tuberculosis. Es apreciada por el gran tamaño de sus frutos, que se desprenden fácilmente, su rendimiento graso es medio y presenta características sensoriales de mucha complejidad.

Finalmente, más allá de la identificación y denominación de la variedad del Olivo del Patio de los Naranjos de Córdoba, llama la atención su escasa difusión actual en el olivar de la zona, con una presencia testimonial y reducida a unos pocos olivos de la provincia. Actualmente, esta situación afecta a muchas variedades locales andaluzas, nacionales y foráneas. Todo ello conlleva un grave riesgo de erosión genética, es decir, la posible pérdida irreversible de variedades tradicionales.

No sería cuestión baladí la posible desaparición de estas variedades ya que podrían representar una fuente de diversidad muy útil ante nuevos e imprevistos cambios en un futuro no muy lejano: abordar los efectos del cambio climático, la aparición de posibles nuevas enfermedades o plagas, adaptación a nuevos sistemas de cultivo, etc. Por todo ello, creemos que la conservación en el BGMO de todo el germoplasma local, nacional y mundial no sólo contribuye a la salvaguarda del valiosísimo legado de biodiversidad de las generaciones anteriores, sino también al mantenimiento de una reserva genética que es estratégica para el futuro del cultivo.

1IFAPA Centro “Alameda del Obispo” (Córdoba)

2IFAPA Centro “Venta del Llano”, Mengíbar (Jaén)

3IFAPA Centro de Cabra (Córdoba)

4AEMO. Asociación Española de Municipios del Olivo