La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos-COAG Andalucía ha valorado como “positiva pero con sombras importantes” la orden del Ministerio de Hacienda y Función Pública por la que se reducen -para agricultores y ganaderos-los Índices de Rendimiento Neto para el periodo impositivo 2021 en el sistema de estimación objetiva del Impuesto sobre la RPF (o de módulos).
Eduardo López, secretario de organización de COAG Andalucía, ha manifestado que “la orden publicada ayer en el BOE sobre la reducción de los módulos fiscales para la agricultura tiene su cara y su cruz. Parte de los sectores han salido beneficiados y otros han sido olvidados o han tenido muy poco tratamiento a nivel fiscal”.
Para COAG Andalucía, la ganadería es la que obtiene mejor tratamiento en esta orden de módulos, puesto que tiene deducciones importantes prácticamente en todos los sectores. Por otro lado, son positivas las rebajas para la almendra y la flor cortada.
En cuanto a gastos energéticos, se incrementa del 20 al 25% el índice corrector aplicable al rendimiento neto minorado en el caso de las producciones obtenidas y tierras de regadío que utilicen energía eléctrica, y se simplifican los requisitos para acceder a esta reducción. “Creemos -apunta López- que esto es beneficioso para todas las explotaciones que están en el sistema de módulos, puesto que los gastos energéticos se podrán deducir sin esa limitación que existía antes”.
No obstante, “la parte negativa de esta orden -explica- es la que se refiere a cultivos tan importantes para Andalucía como el olivar, los hortícolas de invernadero y los herbáceos, que no se han tenido en cuenta. Asimismo, en el sector del algodón hay comarcas que sí tienen rebajado el índice aplicable y otras no”.
Ley de Cadena
Asimismo, la organización lamenta que no se hayan incluido las bonificaciones que recoge la última modificación de la Ley de Cadena para el gasóleo, los plásticos y fertilizantes -tres de los principales inputs que soportan los agricultores-, “fundamentales ante el brutal incremento de los costes de producción”.
Por otro lado, Eduardo López indica que “echamos en falta que no aparezca en esta orden la posibilidad de contratar dos potencias eléctricas distintas a lo largo del año, de forma que se pueda reducir la potencia contratada durante el periodo del año en que no se riega, evitando pagar por algo que no se utiliza y reduciendo así la parte de la factura eléctrica que corresponde a este concepto”.
Concretamente, la Ley, en su Disposición Adicional Primera, establece que el Gobierno posibilitará la contratación de dos potencias eléctricas a lo largo del año, discriminando la época de riego y la de no riego, así como la bonificación de hasta un 35% y un 15% de la factura del gasóleo y la de los plásticos y fertilizantes, respectivamente.