El objetivo de esta visita, al igual que todas las que están realizando esta semana, es mostrar a estos jóvenes agricultores que el campo madrileño también es innovación y que tiene mucho que aportar, especialmente en cuanto a cultivos leñosos.
UPA-Madrid está llevando a cabo este programa para el intercambio de conocimiento agrario gracias al apoyo del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario de la Comunidad de Madrid (Imidra).
Este primer grupo está compuesto por seis jóvenes de Italia y Portugal. Concretamente, tres de ellos son de Cerdeña, dos de que Venecia y uno de Elvas. Además de agricultores, todos los participantes procedentes de Italia son estudiantes de Ingeniería Agrónoma. El participante de Portugal, por su parte, es profesor de esta misma rama.
Todos ellos han sido seleccionados por UPA-Madrid por las semejanzas a la Comunidad de Madrid de las zonas de las que proceden y las posibilidades que tienen de aplicar lo aprendido en sus cultivos. Y es que el “erasmus” portugués cultiva olivar y cereal en intensivo, mientras que entre los italianos hay un apicultor, dos productores de hortícolas y dos de olivar.
Proyectos visitados
Además de la visita al Imidra, esta semana UPA-Madrid ha mostrado al grupo la cooperativa Red España de Olivar, ubicada en Villarejo de Salvanés.
Estos jóvenes agricultores han conocido de primera mano lo que supuso el proyecto SOLES, impulsado por UPA y el Imidra para la explotación de Belmonte del Tajo de un afiliado de la organización agraria, Andrés Morate. En su explotación en ecológico de viñedo y olivar, han conocido la técnica y máquina que, gracias a dicho proyecto, este agricultor utiliza para proteger con polvo las hojas de la vid.
Asimismo, han tenido la oportunidad de conocer la bodega Jesús Díaz e Hijos, en Colmenar de Oreja, una de las primeras que formó parte de la DOP Vinos de Madrid.
Finalmente, la comitiva también ha podido visitar el proyecto Olivares de Miel. Concretamente, han estado en la finca de esta experiencia en Carabaña donde han podido ver un aprovechamiento del terreno de olivos con cultivo de lavanda y lavandín para optimizar el espacio, reducir la erosión y mejorar la presencia de insectos auxiliares del olivar, así como servir a la polinización de las colmenas instaladas en el lugar.
