Las visitas de campo y las mediciones de biodiversidad inicial están siendo las primeras actividades desarrolladas y, ahora, se trabaja en los Planes de Actuación de Recuperación de Biodiversidad (PARB-OV).
En su último boletín de noticias, SEO/BirdLife -que coordina este proyecto- ha destacado que con estos trabajos se conocerá cuántas especies de flora y fauna existen en estas nuevas fincas o dónde se deben colocar las cajas nido o los nidales de insectos.
Asimismo, en este nuevo proyecto, y como novedad, se usará Audio Moths, que servirán medir la presencia de murciélagos en los olivares, con el fin de descubrir cuáles son las especies que habitan en este entorno.
Los resultados del anterior proyecto LIFE Olivares Vivos, que comenzó a finales de 2015 y finalizó en 2021, han demostrado que este nuevo modelo de olivicultura recupera biodiversidad de forma significativa y la transforma en rentabilidad, mediante el ahorro de insumos (una disminución media del 22% en el gasto de fertilizantes y fitosanitarios); por el pago por servicios ambientales (a través de los eco-esquemas y las medidas agroambientales de la nueva PAC); y, sobre todo, por el valor añadido que representa para los aceite producidos en los olivares vivos la recuperación de especies de fauna y flora, garantizado por el sello Olivares Vivos y su esquema de certificación.
El nuevo proyecto, que se prolongará hasta 2026, servirá para acelerar la replicación de este modelo por las principales regiones olivareras de España, Italia, Grecia y Portugal. Además, en esta nueva etapa, se conocerá cómo se comportará la biodiversidad a más largo plazo, tras su puesta en marcha, y su conducta en escenarios de cambio climático, al estudiarse también en las regiones más áridas del área de distribución del olivar. Asimismo, se iniciará su expansión a otros cultivos.
