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Campaña 2022/23: analistas mundiales nos desvelan la producción de los principales países

Campaña 2022/23: analistas mundiales nos desvelan la producción de los principales países

jueves 29 de septiembre de 2022, 13:00h

Consultores y expertos internacionales del sector del aceite de oliva abordan en este artículo las previsiones de la campaña 2022/23 en los principales países productores, un ejercicio muy marcado por la sequía y la acusada subida de costes. Destacan los importantes incrementos en Grecia y Turquía, que espera la mayor producción de aceite de oliva de su historia.

Italia

El presidente del Consorzio Olivicolo Italiano (Unaprol), David Granieri, explica que las primeras estimaciones de producción en Italia, que se confirmarán con el inicio de la cosecha, apuntan a una disminución de alrededor del 30% debido a una devastadora sequía nunca vista en los últimos 70 años, lo que ha provocado un estrés hídrico en los olivares. A esto se une, además, el alto coste del combustible, la electricidad y los fertilizantes.

A su juicio, el declive es generalizado en el sur de Italia, especialmente en las regiones de Puglia y Calabria.

En las regiones centrales, como Lazio y Toscana, la tendencia es irregular con un ligero aumento de la producción respecto al año anterior, estimada entre un 10 y un 20%. Por el contrario, el Norte de Italia marca un aumento de producción de alrededor del 40-60% entre Liguria, Lombardía y Véneto.

Por su parte, el director de la Associazione Nazionale Città dell'Olio, Antonio Balenzano, señala que la producción italiana de aceite de oliva para la campaña 2022/23 en las principales regiones del sur de Italia (Puglia, Calabria, Sicilia y Campania) sufrirá un descenso de alrededor del 30% respecto a la anterior.

Balenzano señala que las previsiones de Cia-Agricoltori Italiani apuntan a un año muy difícil para la olivicultura italiana, marcado por las altas temperaturas y la severa sequía. El calor anómalo, que en mayo comprometió la floración y el cuajado, y el déficit hídrico, que a partir de julio perjudicó el crecimiento, han provocado un año muy desfavorable para la producción de aceituna.

La producción en 2021/22 en Italia se situó en aproximadamente 330.000 toneladas, por lo que en la campaña 2022/23 se espera un volumen de alrededor de 300.000 toneladas.

Grecia

En cuanto a la situación en Grecia, el bróker especializado en el mercado griego Luigino Mazzei prevé una producción de aproximadamente 310.000 toneladas, lo que supone un importante aumento respecto al año anterior, de las que 110.000 t. corresponderán al Peloponeso; 100.000 t. a Creta; 40.000 t. a Zakynthos, Corfú, Mitilini y Rodas (Islas); 50.000 t. a Grecia continental; y 10.000 t. al Norte de Grecia (Calcídica y Macedonia).

Mazzei cree que se debe considerar una tolerancia de +/- 10-20.000 toneladas dependiendo de los rendimientos de las aceitunas y de los ataques de la mosca del olivo, en particular en Creta donde, sin embargo, están siguiendo un calendario de tratamientos fitosanitarios.

Como consecuencia del importante aumento de los precios de mercado, este experto considera que los productores, atraídos por los buenos precios, adelantarán lo más posible la cosecha. En particular en el Peloponeso, según precisa, puede que haya ofertas de aceite nuevo entre mediados y finales de octubre.

Túnez

El agente comercial y bróker italiano Adriano Caramia afirma que Túnez, al igual que todos los países de la Cuenca Mediterránea, ha registrado altas temperaturas durante la primavera y el verano, a lo que se ha unido la escasez de lluvias. “Especialmente durante el verano, se registraron días muy calurosos, sin embargo, gracias a los fuertes vientos sirocos, no se ha producido un ataque de mosca del olivo apreciable hasta la fecha”, añade.

Caramia precisa que el fruto está sano y que los árboles se encuentran en buen estado vegetativo.

Las estimaciones, por el momento, prevén una cosecha que oscilará entre las 220.000 y las 260.000 toneladas de aceite de oliva, con predominio del virgen extra frente al lampante. Según explica, la mejora tecnológica de las plantas ha dado lugar a que, con el paso de los años, la proporción de aceites de buena calidad aumente cada vez más. A su juicio, sirve de gran ayuda el riego, cada vez más presente en todo el país. Además, las nuevas plantaciones implantadas, especialmente en la zona de Gafsa, aumentan el potencial productivo del país, “siendo un actor seguro en el panorama mundial del aceite de oliva”.

Las zonas de Kairouan y Zarzis prometen cantidades iguales a las del año pasado, mientras que en muchas zonas de la gobernación de Sfax se registrará un descenso "indudable". Las perspectivas son mejores para el norte de Túnez, una zona con aceites particularmente valiosos, según resalta.

“Partimos de una situación de existencias prácticamente nulas, con precios muy elevados que sin duda se verán reflejados en el consumo interno”, añade Caramia, al tiempo que precisa que la opinión común de los operadores del sector es que la recogida se adelantará 15 días respecto a las fechas tradicionales de inicio. “Naturalmente, la tendencia climática hasta ese momento determinará una mejora o un empeoramiento de la calidad y la cantidad esperada”, concluye.

Marruecos

En cuanto a Marruecos, Noureddine Ouazzani, director de Agro-pôle Olivier, explica la producción de 2022 será excepcionalmente baja. Las previsiones de los operadores del sector olivarero para la campaña 2022/23 muestran un descenso de en torno al 60% respecto a la producción del año pasado estimada en 140.000 toneladas. Actualmente, las previsiones se sitúan del orden de 60.000 toneladas de aceite de oliva.

Según Ouazzani, esta baja producción se debe a condiciones climáticas desfavorables durante la inducción floral (falta de frío), la floración (tormentas con granizo) y el desarrollo del fruto (falta de precipitaciones/sequía). No obstante, si persiste la falta de agua con su repercusión en el tamaño del fruto y la extracción del aceite de oliva, se espera que las previsiones bajen y se sitúen entre las 30.000 y las 40.000 toneladas. Sin embargo, afirma que algunos escasos olivares de variedades foráneas de regadío presentan una producción interesante.

Turquía

Por su parte, Murat Küçükçakıre, ingeniero agrónomo y asesor de varios proyectos en Turquía y Azerbaiyán, espera que Turquía registre la mayor producción de aceite de oliva de su historia en la campaña 2022/23. El bajo rendimiento observado en otros países debido a la sequía no se ha producido en Turquía, a excepción de la región sudeste.

En algunas regiones, las lluvias registradas a finales de agosto contribuyeron significativamente al rendimiento del fruto.

Según las consultas realizadas en varias regiones, la expectativa en Turquía este año es de 300.000-320.000 toneladas de aceite de oliva. Además, espera producir alrededor de 600.000 toneladas de aceituna de mesa.

Portugal

En Portugal -informa Alberto Serralha, CEO de Sociedade Agrícola Ouro Vegetal, S.A. (SAOV), productor y consultor internacional de aceite de oliva- tras la “super” producción de 2022, se constata una bajada importante en la cosecha de este año.

Según Serralha, será un año de "buenas y muy buenas" producciones en olivares de riego que aun no han cumplido más que su tercera o cuarta cosecha; mientras que el resto, en general, registrará cosechas muy bajas, principalmente en los superintensivos de la variedad arbequina, con densidades más elevadas, entre los cuales hay áreas que ni siquiera se van a cosechar.

Las recientes lluvias han ayudado mucho a los árboles, añadiendo también la presencia de la mosca del olivo. En su opinión, la acumulación de aceite es buena en esta fecha, coincidiendo con una madurez avanzada que debe dar lugar a una generalizada recolección temprana en Portugal. Cree que este avance de madurez puede traer infecciones fúngicas del fruto si se verifican precipitaciones abundantes en octubre.

El consultor destaca que los posibles rendimientos grasos elevados ayudarán a mejorar la producción portuguesa, no obstante la bajada productiva será de en torno al 40-60% respecto a la campaña anterior, por lo que se espera una producción de entre 90.000 y 130.000 toneladas.