En concreto, se incluyen las normas para la clasificación y etiquetado de los aceites de oliva; la metodología de muestreo, análisis y clasificación para los aceites de oliva; el documento de orientación para el muestreo de depósitos, así como de sugerencias sobre cómo justificar la fecha de caducidad requerida de un aceite de oliva con la evidencia técnica adecuada.
Según el documento del Departamento de Alimentos y Agricultura de California, los estándares son idénticos a los que estuvieron vigentes la temporada precedente, por lo que no habrá cambios en los parámetros de calidad y pureza. Estos estándares definen los tipos de aceites de oliva, especifican los parámetros de pureza y de calidad para cada uno de ellos, detallan los requisitos de muestreo, prueba y clasificación para todos los lotes, establece requisitos para el etiquetado y packaging y enumera los métodos de análisis aceptables.
Las normas se aplican obligatoriamente a todos los productores de 5.000 galones o más durante la campaña que venden sus aceites en los canales comerciales de comercio; mientras que los que producen menos de esa cifra no están sujetos obligatoriamente a estas normas, si bien pueden optar a participar en las mismas de forma voluntaria.
