Assitol ha señalado que, según estimaciones de organizaciones agrarias italianas, las 200.000 toneladas de aceite de oliva previstas para esta campaña, no serán suficientes para las necesidades nacionales, equivalentes a 600.000 toneladas. “Trabajar con cantidades tan pequeñas de aceite de oliva virgen extra será muy difícil para las empresas, acostumbradas a garantizar sus productos todo el año”, ha considerado Carrassi.
Asimismo, la asociación ha advertido de que esta situación también afecta a gran parte del Mediterráneo. En este sentido, ha precisado que, según las últimas previsiones, España, primer productor mundial de aceite de oliva, experimentará una reducción récord de su producción (-50%), lo que, en su opinión, hace aún más incierta la disponibilidad del producto a nivel mundial, a lo que se une los descensos en Portugal (-30%) y Túnez (-16%). “Para complicar el escenario, las subidas del precio de la energía y la escasez de materias primas ya han quintuplicado los costes en origen del aceite de oliva virgen extra, aumentando así también los precios al consumidor”, ha añadido.
“Para hacer frente a la compleja situación se necesita un gran sentido de responsabilidad por parte de toda la cadena de suministro, desde la producción, los industriales, hasta la distribución a gran escala. Por ello, en un momento en el que el aceite de oliva se está convirtiendo en un bien escaso, creemos oportuno evitar el uso continuado de promociones, que dañarían la confianza del consumidor en todo el sector oleícola, desvalorizando nuestro compromiso”, ha concluido Carrassi.
