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Adaptación a la sostenibilidad: una perspectiva de la industria del aceite de oliva de Australia

Adaptación a la sostenibilidad: una perspectiva de la industria del aceite de oliva de Australia

Australian Olive Oil Association (AOOA)

El olivar es el único cultivo de aceite comestible convencional que se considera un sumidero de carbono. Esto le aporta a la industria del aceite de oliva una ventaja en la carrera hacia el “cero neto”. Recientemente, el director ejecutivo adjunto del Consejo Oleícola Internacional, Jaime Lillo, visitó Sydney (Australia) y realizó una presentación sobre la huella de carbono del aceite de oliva. En su exposición puso como ejemplo que, por cada litro de aceite de oliva producido, se capturan 10,65 kg. de CO2 atmosférico.

Los productores australianos están ubicados en todo el país, desde el extremo norte en Bundaberg, Queensland, hasta el extremo sur en la Isla Bruny, Tasmania, y tan al oeste como Geraldton, Australia Occidental. Esta distribución geográfica implica diversas condiciones de crecimiento y desafíos que son exclusivos de las diferentes condiciones ambientales. La producción de aceite de oliva de Australia es pequeña a escala mundial, pero alcanzó un récord de aproximadamente 21.000 toneladas durante 2021.

El presidente de la AOOA, David Valmorbida, ha explicado que “el clima es un tema importante y una consideración fundamental para todos los australianos, que sufren el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos cada año, que van desde salvajes inundaciones hasta incendios forestales y sequías extremas, destruyendo pueblos enteros, así como negocios agrícolas y el medio de vida de muchas familias. En el entorno actual de alta inflación, los consumidores están experimentando el efecto de los eventos climáticos en los lineales de los supermercados con precios en aumento o, en casos extremos, falta de disponibilidad. El olivo, aunque es resistente, ciertamente no es inmune a las condiciones climáticas volátiles y, como tal, la industria australiana, tanto los productores como los distribuidores están invirtiendo fuertemente en materia de sostenibilidad, ya sea en las explotaciones, en el transporte, en el packaging o en energías renovables”.

Los productores australianos han mostrado un gran interés por el impacto ambiental de la agricultura y han encontrado formas innovadoras de lograr que su negocio sea más sostenible, al tiempo que respaldan la rentabilidad. El principal productor de Australia, Cobram Estate Olives, fue nombrado recientemente líder en sostenibilidad de Australian Financial Review para 2022 en la Categoría de Agricultura y Medio Ambiente, tras haber realizado recientemente su propia auditoría de huella de carbono y centrarse en una filosofía de cero desperdicio. Amanda Bailey, directora ejecutiva del Queensland Olive Council y miembro del comité de la AOOA, está colaborando con el Departamento de Agricultura para las auditorías de carbono dentro de la industria del aceite de oliva. De cara al consumidor, las marcas y los minoristas están desarrollando y probando nuevos enfoques sostenibles, por ejemplo, poniendo a prueba estaciones de “rellenado” para aquellos que desean reutilizar su propia botella cuando compran aceite de oliva.

Al enfrentarse a los desafíos climáticos y ser un jugador de pequeña escala a nivel mundial, la libertad de ser un “nuevo” país productor ha dado lugar a formas únicas de promover la sostenibilidad en la producción en Australia, con productores que desarrollan voluntariamente sus propias prácticas sostenibles con ingenio. Estos son solo algunos ejemplos de las muchas iniciativas llevadas a cabo por el sector olivarero australiano.

Biocarbón de madera de olivo
Sam & Tony Andreata, de Cedarwood Olive Grove en Queensland, utilizan los restos de la poda para elaborar biocarbón de madera de olivo. Este nuevo producto se dio a conocer recientemente en la Garden and Outdoor Living Expo. Según sus impulsores, “la gente es más consciente del biocarbón, que se sabe que reduce los gases de efecto invernadero y mejora el suelo, lo que tiene sentido desde el punto de vista económico y ambiental”. Así, prevén desarrollar un proyecto el próximo año con la Universidad de Queensland para conocer los posibles resultados de variar la cantidad de biocarbón y compost en la mejora del suelo.

Hoja de olivo
En el Upper Hunter Valley de Nueva Gales del Sur, Steve y Racquel Goodchild de Pukara Estate, han puesto en valor los desechos de los árboles y las hojas de olivo sobrantes usándolos como complemento de la alimentación para las ovejas criadas en libertad. “La mínima intervención y el pastoreo en libertad en todo nuestro olivar se combinan para producir nuestro exclusivo y distintivo Pukara Estate Premium Lamb, que se suministra a través de restaurantes y carnicerías locales”, señalan sus impulsores.

Envases sostenibles
Richard Seymour, de la reconocida marca Mount Zero Olives ubicada en Grampians en Victoria, siempre ha sido un fanático de la sostenibilidad. La familia inició su explotación como biodinámica y sintió que la responsabilidad recae en cada productor. Recientemente se vendió la explotación, pero la marca, que opera por separado, continúa enfocándose en el medio ambiente a medida que crece.

En Mount Zero Olives, los contenedores desechables a granel se han reemplazado en gran medida con bidones de acero inoxidable de 15 l. para que cada vez que las tiendas delicatessen o los restaurantes vuelvan a realizar un pedido, rellenen los contenedores a granel. También utiliza los contenedores a granel en los puestos del mercado.

Reducción de la huella de carbono
Peppergreen Estate, cerca de Berrima, en Nueva Gales del Sur, cuenta con una explotación de olivar superintensivo de 55.000 árboles de la variedad arbequina. Esta empresa lleva a cabo diversas acciones para reducir su huella de carbono.

Su propietario, Hank Chiu, ha explicado que “hasta ahora hacemos un uso eficiente de la tierra mientras tenemos una gran producción por hectárea en comparación con un diseño tradicional. Hemos convertido nuestro packaging para emplear tintas de origen vegetal e incluso usamos cartón certificado FSCTM para todas nuestras cajas. Todos nuestros embalajes son reutilizables o reciclables. En el lado operativo, tenemos planes para convertir nuestros vehículos agrícolas en eléctricos o híbridos. Además, la planta de producción utiliza los residuos de la almazara como fuente de energía renovable. Nuestro objetivo es utilizar todas las partes del árbol”.