Recientemente se ha celebrado en Egipto la Cumbre del Clima COP27, un encuentro que ojalá establezca compromisos serios de mitigación del cambio climático. Y para conmemorar el Día Mundial del Olivo, nuestros amigos de Mercacei, bajo el lema “Olivo, agua y cambio climático: ¿qué haces tú para lograr un planeta más sostenible”, nos piden que expongamos qué hacemos nosotros para contribuir a ello. Excelente iniciativa para que nos autoanalicemos, como hacemos con el sector oleícola, que tiene que incorporar cada día más la filosofía y la cultura organizativa de la economía circular, de la eco-innovación.
La oleicultura ha sido pionera en el uso de energías renovables promoviendo su autoconsumo a partir de la biomasa -pellet, hueso y orujillo-. Y en el campo, el regadío es, en general, muy eficiente con sistemas de bajo consumo. Pero el sector debe seguir dando ejemplo de sostenibilidad y mitigación del cambio climático, no sólo porque los nuevos tiempos demandan una agroindustria de bajos inputs, sino porque es una enorme oportunidad para posicionarse como un sector con responsabilidad social. Un sector que elabora unos productos, los aceites de oliva, que son extraordinariamente saludables, entendida la salud no sólo desde un punto de vista hedonista -mi salud-, sino solidario -salud planetaria-. Por eso, se han de seguir dando pasos en cuestiones tales como logística inversa, agricultura ecológica, certificaciones -entre ellas ENplus y Biomasud-, reciclado de aguas para incorporarlas al proceso productivo, eficiencia energética, cubiertas vegetales que posibiliten anclar CO2 en el suelo y evitar la erosión, gestión eficiente de residuos, desperdicio cero, eliminación de los envases de plástico, gestión eficiente en el regadío, reducción de emisiones, utilización de productos reciclados, reutilizar todo lo que sea posible, etc. En definitiva, un sector que contribuye a la reducción del consumo de agua y a la mitigación del cambio climático.
Yo trato de predicar con el ejemplo y contribuir a la sostenibilidad en seis dimensiones: reciclado, reutilización, disminución del desperdicio de alimentos, eficiencia energética, utilización de puntos limpios y bajo consumo de agua en las tareas cotidianas de casa. Ah, y volver al carrito de compra para no tener que transportar tantas bolsas de plástico.
Feliz Día Mundial del Olivo y mi enhorabuena a Mercacei.
