Para Anna Cane, presidenta del grupo oleícola de Assitol, los resultados de este ensayo -puesto en marcha por la entidad en 2018 con un grupo de empresas asociadas- han sido muy positivos. “No fuimos los únicos en apostar por este sistema, otros grupos han trabajado en paralelo, como el proyecto europeo Oleum. En los últimos años hemos evaluado el análisis de compuestos volátiles, llevándolo a la realidad de la empresa. Los resultados nos dieron la razón y ahora ha llegado el momento de abrirnos a todas las empresas, incluidas las no asociadas, poniendo a disposición de éstas el caudal de conocimiento obtenido gracias a la experimentación”.
La asociación ha explicado que los compuestos volátiles son moléculas que nuestros receptores sensoriales identifican y cuya presencia se puede decodificar a través de parámetros químicos precisos. De esta forma, es posible determinar el perfil de los aromas que contiene el aceite de oliva virgen extra, aportando así mucha información sobre el producto y, sobre todo, certificando su calidad y autenticidad.
“Queremos involucrar nuevas fuerzas. Nuestro objetivo es conseguir la validación internacional del análisis de compuestos volátiles para disponer de una herramienta más que garantice la calidad de los aceites de oliva”, ha destacado.
Assitol ha explicado que la experimentación del grupo de trabajo superó con creces las expectativas. “Nos dimos cuenta de que este innovador sistema nos permitiría describir las características del aceite de oliva de una forma sencilla y eficaz, ligadas a los aromas que representan los compuestos volátiles. El Panel Test nos ha ayudado a aumentar la calidad de los productos y ahora su combinación con el análisis de compuestos volátiles podría aportar mucho más”, ha considerado Cane.
