El estudio comparó el perfil nutricional y los costes semanales de tres cestas de alimentos basadas en la típica dieta occidental australiana, la Dieta Mediterránea y la Guía Australiana para una Alimentación Saludable (AGHE, por sus siglas en inglés).
La investigación descubrió que la Dieta Mediterránea y la Guía Australiana para una Alimentación Saludable cumplían con las recomendaciones para los grupos de alimentos, la distribución de macronutrientes y los micronutrientes clave asociados con una buena salud, pero la típica dieta occidental australiana carecía significativamente de fibra, zinc, potasio, calcio, magnesio, vitamina E y vitamina B6, y tenía el doble de la ingesta de sal recomendada, según ha informado la universidad australiana.
La Dieta Mediterránea cuesta 78 dólares por semana para un hogar de una sola persona, 135 dólares para un hogar de dos, 211 dólares para una familia de tres y 285 dólares para una de cuatro.
La investigadora de UniSA Ella Bracci ha subrayado que la investigación muestra que la Dieta Mediterránea "puede ser una opción viable y saludable para las familias conscientes de los costes".
"La dieta es uno de los principales factores de riesgo modificables para las enfermedades crónicas. Sin embargo, un número significativo de australianos aún no consumen una dieta sana y equilibrada", ha señalado Bracci, quien ha precisado que "los australianos tienden a comer gran cantidad de alimentos ricos en grasas, sal y azúcar, lo que refleja la dieta occidental. Desafortunadamente, esto también está contribuyendo al aumento de las tasas de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, obesidad y osteoporosis".
"Para ayudar a combatir las elecciones de alimentos poco saludables, las agencias globales respaldan dietas como la mediterránea. Sin embargo, el desafío ha sido que las personas adopten este patrón alimentario en Australia y una de las mayores barreras es el coste", ha precisado, si bien ha remarcado que "esta investigación muestra cómo una dieta mediterránea puede ser una opción rentable".
Por su parte, la profesora asociada de UniSA Karen Murphy ha subrayado que comprar alimentos saludables "es más asequible de lo que algunos pueden esperar". "Un ahorro de 28 dólares puede no parecer mucho a la semana, pero durante un año son casi 1.500 dólares, lo que puede marcar la diferencia en su presupuesto cuando los tiempos son difíciles", ha considerado