Esta medida incluye un mapa de zonificación regional que se puede visualizar en este enlace.
La publicación incluye los lugares adecuados para situar estas infraestructuras de energía limpia, de forma compatible con el entorno medioambiental, social y económico, que suponen alrededor de 320 kilómetros cuadrados, y muestra los excluidos por su impacto en el paisaje, recursos agrícolas o espacios de valor cultural, entre otros.
De esta manera, el Gobierno autonómico apuesta por una transición ordenada frente al impulso del Ejecutivo central a las macro-instalaciones, además de acelerar los proyectos viables, ofreciendo mayor seguridad jurídica y simplificando los trámites a los promotores.
También dará certeza a los municipios y permitirá la coexistencia entre el sector primario, la actividad económica y la subsistencia de los parajes naturales, dándoles continuidad, desincentivando su implantación en espacios especialmente valiosos.
El cuidado del paisaje tendrá en cuenta asimismo los terrenos agrícolas, como los dedicados al olivar y el viñedo, para mantener unos cultivos leñosos que resultan fundamentales en la región y proteger cientos de árboles centenarios.