Tras unos años difíciles, esta asociación ha destacado que “por fin tendrá lugar una temporada de aceite de oliva con perspectivas positivas”. Así, según sus previsiones, la campaña a 2025/26 representa la "vuelta a la normalidad" para toda la cadena de suministro del aceite de oliva.
"Esto supone una auténtica bocanada de aire fresco para todo el sector. En las últimas temporadas, los repetidos fenómenos meteorológicos extremos y los acontecimientos internacionales han afectado negativamente al mercado, generando tensión. Sin embargo, ahora, en Italia y en todo el Mediterráneo, las perspectivas para los próximos meses son muy positivas. En este contexto, se espera un marcado reequilibrio de los precios del aceite de oliva”, ha explicado Anna Cane, presidenta del Grupo de Aceite de Oliva de la asociación.
Según estimaciones de Assitol, se espera que la producción italiana ronde las 300.000 toneladas. En concreto, el sur de Italia crecerá al menos un tercio, mientras que se prevé una ligera reducción del 10% en el centro de Italia en algunas zonas, como la Toscana. Sin embargo, el norte de Italia atraviesa dificultades, tras haber sufrido varias "oleadas" de mal tiempo desde agosto, por lo que se teme que la producción se reduzca casi a la mitad.
La asociación también prevé buenas noticias para el Mediterráneo: “España sigue siendo el principal productor mundial, con una previsión de superar 1.300.000 toneladas, seguida de Túnez, Grecia y Portugal, con un aumento aproximado del 20%”.
“Italia confirma, también en esta campaña, su histórico déficit productivo, que hace que la agricultura italiana cubra apenas el 30% de nuestras necesidades, internas y externas, equivalentes a aproximadamente 1 millón de toneladas. Nuestro cultivo del olivo se basa en gran medida en tierras fragmentadas y de tamaño insuficiente, lastradas por los efectos del cambio climático y el uso limitado de la agricultura de precisión, esencial para combatir la inestabilidad hidrogeológica y la erosión del suelo”, ha añadido.
En este sentido, "llevamos tiempo defendiendo la importancia de apostar por la innovación, como en el resto del Mediterráneo, porque esto se traduciría en una verdadera sostenibilidad ambiental, económica y social", ha considerado Assitol, al tiempo que ha resaltado la labor del Plan Nacional del Aceite de Oliva, impulsado por el Ministerio de Agricultura italiano, que “es esencial para aumentar la producción mediante la densificación de las plantaciones, la recuperación de olivares abandonados, la concentración de la producción, actualmente reducida a una media de 1,5 hectáreas por explotación, así como para centrarse en la mejora de la calidad y la eficiencia de los procesos productivos.
Con la vuelta a la normalidad, los productores de aceite de oliva también temen, sobre todo, el regreso de las ventas por debajo del coste de producción, “un fenómeno que ha perjudicado al aceite de oliva virgen extra a lo largo de los años". "Las constantes promociones han devaluado el producto, tratándolo como una commodity, y han afectado a la propia cadena de suministro, en particular a la parte agrícola. Una paradoja, considerando que el aceite de oliva es una mezcla de sabor y salud, no un simple condimento”, ha resaltado.
"Instamos a todos los actores de la cadena de suministro a unirse a nuestra lucha contra la venta de aceite a bajo precio. Estamos devolviendo valor al aceite de oliva virgen extra, promocionándolo como lo que es: un alimento con extraordinarios beneficios nutricionales y para la salud. También solicitamos la ayuda de las instituciones en este sentido", ha reclamado Cane.