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Máxima incertidumbre en los mercados oleícolas: las lluvias tienen la clave

Máxima incertidumbre en los mercados oleícolas: las lluvias tienen la clave

Por Alfredo Briega Martín
jueves 15 de febrero de 2018, 12:27h

Una vez conocidos los datos provisionales a 31 de enero facilitados por la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) -según lo previsto en cuanto a producción y muy positivos en lo que se refiere a las salidas-, que marcan claramente la actual campaña, en Mercacei hemos recabado la opinión de algunos destacados operadores del sector con objeto de conocer su repercusión y efectos en los próximos meses.

Para José María Penco, director de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), estos datos “no hacen sino ratificar las últimas previsiones y aforos, es decir, nos situaremos en una producción total en España en el intervalo de 1.150.000-1.200.000 toneladas. Si a esto unimos las salidas mensuales de aceite que se están registrando -en torno a 100.000 t./mes-, podemos confirmar dos cosas: primero, que será una campaña extremadamente equilibrada entre producción y consumo; y segundo, que los niveles actuales de precios se mantendrán estables hasta que se despeje la próxima incógnita: el nivel de precipitaciones en la primavera, que condicionará sin duda la floración y, por ende, la próxima campaña”. En cuanto a las categorías, “se confirma que, debido a las circunstancias de la recolección y la meteorología, será un año en que se valorarán más los vírgenes extra frente a los lampantes, lo cual nos parece positivo y coherente con el mensaje que desde AEMO lanzamos reiteradamente: produzcamos calidad porque es el único futuro posible”, añade.

Pulsemos la opinión de los productores. Álvaro Olavarría, director de Oleoestepa, considera que las cifras provisionales de producción de aceite de oliva en España a 31 de enero “están muy en línea con las estimaciones efectuadas en su día por parte de la Consejería de Agricultura andaluza, el Mapama y Cooperativas Agro-alimentarias. Faltaría sumar las producciones de febrero y marzo, que nos aproximarán finalmente a 1.200.000 t. De cumplirse estos datos en España, y habida cuenta de las buenas producciones en los países del Mediterráneo, nos encontraremos con unas disponibilidades totales que garantizarán cubrir las necesidades mundiales sin tensiones en los precios; si bien España pierde peso y exportaremos menos que el último año, con Túnez y Grecia desempeñando un papel más activo para atender a Italia”. Atendiendo a las variables actuales -menor exportación, un consumo interno bajo mínimos e importaciones similares al último año-, Olavarría se muestra convencido de que “llegaremos a finales de octubre en España con un stock suficiente; acentuándose la diferencia de precios entre las calidades lampante y virgen extra”. Por último, el director de Oleoestepa recuerda que “las lluvias en España durante los próximos 100 días tienen la última palabra en el comportamiento de los precios en origen del aceite de oliva en el mundo”.

Por su parte, Cristóbal Lovera, ingeniero agrónomo, experto en olivicultura y elaiotecnia y productor de Hacienda Fuencubierta, cree que el mercado seguirá firme a pesar de que la demanda sea corta, “dado el grado de cobertura que en este momento tiene el envasado. La razón fundamental es la incertidumbre que existe actualmente en el sector, no acerca de la cosecha de este año -que con el dato de enero queda sentenciada-, sino sobre la incógnita que pende sobre la próxima campaña”.

Dos escenarios

En el completo análisis de Carlos Jiménez, director de Operaciones de Acesur, “la producción es mayor a la esperada, a día de hoy podemos confirmar que tendremos más de 1.200.000 t., muy por encima de las estimaciones iniciales de 1.150.000 t. Las salidas se han recuperado respecto al mes pasado, muy probablemente por el retraso en la entrada de aceites de importación por problemas logísticos -de las 25.000 t. previstas apenas han entrado 12.000-. En cuanto a los envasadores, siguen subiendo su stock debido al aumento de importaciones -hoy disponen de más de 181.000 t.- , lo que permite que las salidas al mercado sean muy controladas; al tiempo que los envasadores italianos no aparecen, abasteciéndose de la producción de la Cuenca Mediterránea, sobre todo Grecia y Túnez”.

Ante esta coyuntura, ¿cuál será la evolución del mercado a corto y medio plazo? “La producción española ya casi no tiene argumentos para no vender a los precios actuales, sólo la supuesta falta de lluvias hace que la producción se mantenga relativamente firme en los precios actuales. Queda claro que el único factor que hoy en día puede condicionar la evolución de los precios es la lluvia. En este sentido, si las lluvias se mantienen en el entorno de los 50-60 litros mensuales nos iríamos a un acumulado en junio de 2018 de entre 400 y 450 litros, cantidad suficiente para pensar en una cosecha 2018-19 de tipo medio, en el entorno de 1.400.000 t. En este escenario los precios deberían ceder y llegar a niveles en mayo entre 200 y 400 €/t. inferiores a los actuales”, explica.

“Pero si las lluvias escasean -menos de 30 l. mensuales-, nos iríamos a un escenario de incertidumbre para la próxima cosecha y, por tanto, durante febrero y marzo los precios se mantendrían en los niveles actuales, pero en abril viviríamos una subida de precios que nos llevaría a niveles entre 100 y 200 €/t. por encima de los niveles actuales”, concluye.

Luis Quero, responsable de Compras de Sovena, señala que “pensamos que la producción de este año va a estar muy en línea con el aforo estimado, pues a 31 de enero en Andalucía ya se ha alcanzado el 87% pronosticado y en el resto de España se ha sobrepasado ampliamente. Con respecto a las salidas, este mes han sido positivas, aunque la evolución de los precios se verá también influenciada por la meteorología, la floración y el comportamiento de los mercados en el resto de países del Mediterráneo”.

Por su parte, Luis Torres Morente, CEO de Aceites Maeva, destaca los datos de salidas de enero, “un ritmo que no creo que se vaya a mantener”. En lo que se refiere a la producción, los datos a 31 de enero “despejan claramente la duda de si llegaremos a las estimaciones oficiales: llegaremos y sobrados. Lo que está claro es que aceite no va a faltar este año”.

Agua, agua y agua

Para Luis Miguel Algar, director de compras de Deoleo, “la situación debe mantenerse como está, incluso si el productor se mantiene tranquilo puede ralentizarse esta tendencia de bajada de precios. Las categorías de lampante y virgen sufrirán más en el precio y serán los aceites que primero muevan la oferta… el problema es que de ahí saldrán muchos extras facturados y fabricados, y eso crea desventaja. Los vírgenes extra entiendo que deben defenderse y estabilizarse en precio, y más aún con la menor calidad de este año, donde se debe rondar el 20% de virgen extra en total”.

“En España -afirma este ejecutivo-, si estimamos una campaña de 1.150.000-1.200.000 t., tendremos unas salidas medias de alrededor de 90.000-95.000 t., que a día de hoy superamos”. Las previsiones para la segunda parte del año “dependerán mucho de las lluvias en primavera. A corto plazo entiendo que la situación oscilará entre 10-15 céntimos arriba o abajo en función de lo que marque el equilibrio entre oferta y demanda. Podemos tener una masa de aceite en torno a 3,20/25 y 3,50/55 euros y unos vírgenes extra diferenciados, todo a la espera de los datos finales de producción y salidas, y por supuesto de las lluvias que caigan en primavera”.

Agua, agua y agua. Ésa es, según Rafael Gutiérrez, director de operaciones de graneles en Dcoop, la palabra clave. “Sin llegar a la producción del año pasado, las previsiones del aforo de la Junta de Andalucía se van a superar y se llegará al orden de 1.200.000 t. Sí sorprenden las salidas tan altas, con un enlace de campaña que será más que suficiente, alrededor de 400-500 millones de kilos”. Gutiérrez apunta que, de cara al próximo año, “la producción en la Cuenca Mediterránea (Túnez, Turquía, Italia y Grecia) va a ser menor, y todo va a depender de lo que suceda en España. Y la producción dependerá a su vez de las lluvias. No obstante, con los datos de la AICA de mediados de marzo se clarificarán muchas cosas”. En cuanto a los precios, el ejecutivo de Dcoop apuesta por una tendencia bajista, a no ser que persista la falta de precipitaciones y ello pueda invertir la tendencia.