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La detección automática de plagas en el olivo a través del Grupo Operativo oliVAr

La detección automática de plagas en el olivo a través del Grupo Operativo oliVAr

viernes 30 de mayo de 2025, 11:32h
El consorcio multidisciplinar formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la Universidad Loyola, la Fundación Ayesa y Opracol Sevilla ha realizado una jornada de capacitación en la localidad de Huévar del Aljarafe en el marco del Grupo Operativo oliVAr, una iniciativa orientada al desarrollo de un sistema automatizado, fácil de usar, fiable, asequible y de bajo coste para detectar e identificar plagas en el olivar.

Este sistema, basado en visión artificial, localiza la presencia y el movimiento de las plagas, realiza su recuento y considera las variables climáticas del entorno.

La inauguración de la jornada ha corrido a cargo de la alcaldesa del municipio anfitrión, María Eugenia Moreno, quien ha destacado la importancia de la innovación y de la digitalización en la mejora de la productividad y de la sostenibilidad del sector olivarero. Así, ha manifestado que “cuando me explicaron este proyecto me dio mucha alegría, porque sé lo que significa para el agricultor la innovación que hace posible una ayuda para detectar plagas”.

Las palabras inaugurales han correspondido también a José Segura, presidente de Opracol, quien ha señalado que “todo lo que es bueno para el olivar, es bueno para nosotros y es bueno para nuestra tierra”

El último en participar en la inauguración ha sido César Díaz Barroso, responsable del Departamento de I+D+i de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que ha resaltado que “hay mucha demanda de innovación en las cooperativas, por eso a este proyecto le tengo un especial cariño, porque cuenta con mucha tecnología, una gran aceptación entre los socios y el respaldo de la Administración”.

Ponencias y demostración de campo

Tres ponencias y una demostración de campo han conformado el programa de la jornada, iniciada por Ismael Rivera, técnico de la Universidad de Loyola, que ha hablado del Despliegue del sistema de detección y monitorización, es decir, de la instalación, mantenimiento y trampas utilizadas en el proyecto.

La Universidad Loyola ha realizado una valiosa aportación al proyecto, contribuyendo al desarrollo de un sistema integral para la detección y monitorización de plagas. A través de la implementación de dispositivos avanzados y de sensores, se ha facilitado un control eficiente de las plagas del olivo. El sistema permite una mejor gestión y monitoreo del estado de las parcelas, optimizando las estrategias de intervención.

Así, Rivera ha explicado que “lo más desafiante de este proyecto ha sido la resolución de las cámaras que captan las imágenes de los insectos capturados, ya que la calidad de la imagen es determinante para hacer un recuento automático. Estamos haciendo dos fotos diarias, a diferentes horas, y ha habido que tener en cuenta también la incidencia del sol en las cámaras”.

El mantenimiento de las trampas, la limpieza y el coste de las mismas, han sido algunos de los puntos expuestos por el técnico, que ha querido destacar también que “lo interesante de esta iniciativa es la posibilidad de hacer una base de datos con la idea de que, en años posteriores, los agricultores puedan adelantarse a la aparición de plagas”.

La segunda intervención ha correspondido a Marina Perea, ingeniera informática de la Fundación Ayesa, quien ha disertado sobre la visualización y el análisis de datos de la Plataforma OliVar. Esta entidad está especializada en la digitalización de sectores como la agricultura, la ganadería, el medio ambiente y los servicios público y desarrolla soluciones basadas en inteligencia artificial, análisis de datos, sensórica e interfaces digitales accesibles.

De este modo, Ayesa ha desarrollado el algoritmo necesario para el conteo de las plagas y ha puesto en funcionamiento una plataforma de visualización “a la que el técnico puede acudir para saber qué está detectando el sistema y si es necesario desplazarse hasta el olivar y actuar al respecto. Para ello, registra curvas de vuelo y detecciones específicas de cada uno de los nodos y, a través de las fotos, se tiene una evidencia visual de lo que está ocurriendo”. En palabras de Perea, “esta herramienta facilita y optimiza el trabajo del técnico”.

La sesión se ha cerrado con la puesta en común de la supervisión del funcionamiento del sistema, que ha correspondido a Opracol, una asociación con casi 40 años de historia y más de 4.000 agricultores asociados a los que ofrece servicios de gestión, información y asesoramiento sobre asuntos como la PAC o los cuadernos de explotación. Dispone de técnicos de campo que informan periódicamente del estado fenológico del olivar y de la situación de las plagas y enfermedades que le afectan y recomiendan, en cada caso, el tratamiento.

En este sentido, Miguel Ángel Ortega ha resaltado que, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas de los últimos meses, “ha quedado demostrado que el sistema puede ayudar al técnico en su labor porque ahorra visitas al campo y resulta muy eficaz en el conteo por sexo. Eso sí, haría falta al menos un año más para sacarle todo el partido que tiene esta solución”.

Finalizada la parte expositiva de la jornada, se ha llevado a cabo una demostración de campo en la que los asistentes han podido ver de cerca los prototipos de trampas propuestos por el grupo operativo, con conectividad wifi a un módem que, a través de Internet, envía los datos recogidos en el campo a la correspondiente base de datos.